
Corrían los finales de los 90 y los primeros años del siglo XXI y nadie creía que el Mini original, icono británico diseñado por Alec Issigonis, pudiera sobrevivir de cara al público. Pero cuando tras mil intentos de reflotarla, BMW decidió deshacerse del grupo Rover y quedarse con la marca Mini, algo estaba a punto de pasar .
La evolución del mítico mini hasta el modelo que todavía recorre nuestras calles, y del que se acaba de comercializar la cuarta generación, fue motivo de conversación en Prohibido contar ovejas de esRadio. El programa conducido por Felipe Couselo y Alma Espinosa dio un giro hacia los temas de motor aprovechando la presencia de los Minis en míticas películas como The Italian Job y su remake de 2004.
De modo que el Mini, nacido en 1959 de la mano del grupo Rover y diseñado por Issigonis, con vocación de coche popular, acabó convirtiéndose en un utilitario alemán premium con un comportamiento singular en carretera, así como uno de los primeros experimentos de diseño "retro" aplicado al automóvil. Toda una renovación de marca que podría figurar en los libros dedicados a ello.
Entremedias, claro, la labor del diseñador Frank Stephenson, autor de muchas carrocerías míticas, que propuso a BMW un pequeño automóvil que anteponía conservar las líneas maestras del vehículo original a cualquier otra noción de espacio. La firma alemana acabó desechando otros diseños más prácticos propuestos por el propio grupo Rover en favor de la estética y la nostalgia.
El resultado fue un coche Chic con unas notables prestaciones en carretera y un comportamiento en curva singular. Cuando se lanzó en 2001, nadie parecía confiar en una apuesta que se ha demostrado de lo más rentable para el grupo alemán, que además y respetando la tradición decidió producir el vehículo en la fábrica de Oxford.
El Mini, no obstante, era caro de fabricar, tanto que apenas ganaba dinero, otro punto en común con el modelo de Issigonis, pero nada impidió que el modelo original se convirtiera en mito: actores con Peter Sellers y cantantes como los Beatles posaban con sus propios modelos. Además, el triunfo del pequeño Mini en Montecarlo, completamente inesperado, cimentó su fama como vehículo de competición gracias a sus excelentes aptitudes en carretera.
En Prohibido contar ovejas, Juanma González y el resto de colaboradores conversan sobre estos míticos cochecitos en el estudio de esRadio. ¿Qué versión es mejor, qué tiene de particular el mítico y valorado R53 y por qué las generaciones posteriores recibieron críticas?

