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Urtasun ordena al Museo Arqueológico retirar la Momia Guanche para preservar su dignidad

La momia se traslada de momento al almacén. También se han retirado dos momias de Perú del Museo de América.

Momia guanche del Museo Arqueológico Nacional. | Wikipedia

En el marco de su anunciado proceso de "descolonización" de los museos españoles, el Ministerio de Cultura que dirige Ernest Urtasun ha decidido retirar la Momia Guanche del Museo Arqueológico Nacional y también retirar las momias de Perú que se encuentra en el Museo de América en la misma sala en la que se expone el tesoro de los Quimbaya.

Según ha informado el museo, la decisión se acomete siguiendo las directrices de la Carta de compromiso sobre el tratamiento ético de restos humanos elaborada y adoptada por el Ministerio de Cultura y los 16 museos estatales. La carta, que a su vez sigue las directrices del Código Deontológico del Consejo Internacional de Museos (ICOM), ha sido publicada este lunes en las páginas web de cada museo. No obstante, los museos ya estaban trabajando en la retirada de los restos y en el rediseño de sus espacios expositivos, una tarea que el Ministerio calcula estará concluida "en unos días".

"En las últimas décadas se ha producido una evolución en la conceptualización y tratamiento de los restos humanos conservados en las instituciones museísticas. Este cambio ha trascendido su consideración exclusiva como objetos, de manera que en la actualidad se reconocen por tratarse de vestigios de personas fallecidas que fueron separadas de su contexto funerario, sagrado o doméstico, así como otros contextos derivados de situaciones de muerte accidental o violenta, dimensión por la que se recomienda un tratamiento específico y diferenciado de otro tipo de bienes", señala la carta, que aboga por el "tratamiento ético de restos humanos, basada en criterios técnicos que responden a los principios éticos actuales sobre el tratamiento de restos humanos en la conservación, custodia, exposición, acceso, investigación, digitalización, difusión e incremento de colecciones".

El documento define lo que se entiende por restos humanos: "todos los restos físicos que pueden asignarse a la especie Homo sapiens, entre los que se incluyen cuerpos completos o partes de estos, sin transformar, transformadas o conservadas. Esto incluye en particular huesos, personas momificadas, tejidos blandos, órganos, secciones de tejido, embriones, fetos, piel, cabello, uñas, así como los objetos en los que se incorporaron conscientemente restos humanos". Se excluyen, añade, moldes de cuerpos humanos (partes), máscaras mortuorias, grabaciones sonoras de voces humanas, fotografías o ajuares funerarios, así como "cabello, uñas o dientes en los que se pueda determinar razonablemente que han sido ofrecidos libremente o bien desprendidos natural o intencionadamente del cuerpo sin modificar el mismo".

El documento indica que los museos estatales "atenderán como principio general a la no exhibición pública de restos humanos" pero .con carácter excepcional, "podría valorarse la exposición pública cuando esta resulte imprescindible para transmitir el conocimiento que se pretende mostrar, siempre que no exista otra alternativa en el discurso expositivo y estén correctamente documentados y contextualizados, conociéndose su procedencia e historia particular". "En tales casos", añade, "se mostrarán con respeto, cuidado y dignidad, evitando cualquier disociación de restos". Apuntan que se tendrán en cuenta las "declaraciones, intereses, prácticas y creencias de la comunidad o grupo étnico o religioso de origen, no mostrándose los restos cuyas comunidades se opongan a su exhibición".

En el caso de la Momia Guanche, que se trasladará a un almacén, no se cumplirían estas condiciones y a partir de ahora el acceso quedará "limitado al personal técnico del museo, a investigadores y a individuos o grupos que se acrediten como miembros de la comunidad o grupo étnico o religioso de origen".

El hallazgo de la Momia Guanche

La polémica en torno a la Momia Guanche viene de atrás porque desde hace años los partidos nacionalistas canarios reclaman su vuelta a las islas. La momia, que se expone en el Arqueológico desde 2015, se trata de la "mejor conservada de su especie", según un estudio del MAN y ayuda a la "comprensión de la cultura prehispánica de las Islas Canarias y de la antropología física de los guanches, concretamente de los que habitaron la isla de Tenerife.

Fue descubierta en una cueva del Barranco de Herques, en la costa suroriental de Tenerife, entre 1763 y 1764. Testimonios señalan que en el lugar había cientos de momias, envueltas en pieles primorosamente cosidas, "encontrándose cinco o seis sobre algunos cuerpos, y sobre camas ordenadas en filas, algunas sobre andamio o catrecillo de madera incorrupta". La que acabó en el Arqueológico era la que tenía el "cuerpo más perfecto y mejor conservado" y así se podría apreciar cómo los guanches fueron capaces de preservar sus cadáveres. Tras pasar, entre otros lugares, por la Exposición Universal de París, el Museo de Ciencias Naturales y el Museo Antropológico, acabó en el Arqueológico. El citado estudio destaca cómo "fueron numerosos los ejemplares que salieron de Canarias con destino a diversos países europeos y posteriormente a América. Se debía al interés en los restos arqueológicos y al creciente gusto por el coleccionismo que se desarrolló desde mediados del siglo xviii, a lo que se sumarían el interés científico e incluso el económico".

Al almacén del museo

Preguntadas por si la Momia Guanche regresará a Tenerife tal y como han pedido en reiteradas ocasiones el Cabildo de Tenerife y el Parlamento canario, fuentes del Ministerio de Cultura han subrayado a Efe que "se retira al almacén".

Hace unos meses, el pleno del Parlamento de Canarias acordó con el apoyo de todos los grupos salvo Vox instar al Gobierno autonómico a reclamar el traslado de la momia guanche al archipiélago para su exhibición al Museo de la Naturaleza y Arqueología de Tenerife. En su día, la defensora de la iniciativa, la nacionalista Ana Oramas, lamentó que distintos gobiernos se hubieran opuesto a la idea "por razones políticas y técnicas, por el riesgo del traslado".

Estas no son las primeras momias que se retiran de museos españoles siguiendo lo pactado en la carta: hace unos años se retiraron del Museo de Antropología los restos de Agustín Luengo, "el gigante extremeño", cuyo esqueleto formaba parte de las colecciones fundacionales del museo Arqueológico, junto con otro tipo de restos humanos.

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