
Teresa Valero. Perdona, Doña Teresa Valero. Imposible no querer a Teresa. Es arte en viñetas y, señoras y señores, me alegra decir que ahora sí ha vuelto una de las mejores autoras completas del panorama nacional y europeo. Vuelve para orgullo de todos aquellos que sentimos el cómic español como algo para potenciar y presumir de lo nuestro. Y su retorno nos lleva a la segunda parte del exitoso thriller Contrapaso, también de la mano de la editorial Norma.

Tras el primer tomo llamado Los hijos de los otros, Teresa vuelve con la segunda parte: Mayores, con reparos. Ella misma nos comentaba en su día en la presentación del plan editorial de Norma que se había tomado su tiempo para escribir y dibujar esta segunda parte, pero como se suele decir, la espera ha merecido la pena. Teresa regresa con una fuerza descomunal y con otro thriller maravilloso que te mantiene pegado al cómic por la historia y por la maravilla visual que nos ofrece Teresa. Es una obra de las obras del año, de eso no tengo ninguna duda. Vamos con ello, pero antes apartado técnico del cómic.
Guion y dibujo de Teresa Valero, cartoné tapa dura, tamaño 23,5 x 31,2, 196 páginas, Norma Editorial y un precio de 29,50 euros.
Contrapaso vuelve y lo hace a lo grande
Aunque en este caso venimos a hablar más de la segunda parte que de la primera, no quiero perder la oportunidad de volver a recomendar el primer tomo de este Contrapaso. En él conocíamos la historia de Los hijos de los otros. Aquí Teresa nos llevaba a Madrid, concretamente al año 1956, donde conocíamos a una pareja de periodistas que investigan crímenes. Uno llega de Francia y es hijo de un comunista fallecido en la Guerra Civil. Además es joven y guapo. Se llama Léon Lenoir. A su lado y por obligación ya que su jefe le está invitando a dar un paso al lado tenemos a Emilio Sanz, reportero de sucesos ya entrado en años, militante de la Falange y encargado de la sección de sucesos del periódico ‘La Capital’. Juntos y maravillosamente revueltos en su duelo de personalidades ambos tendrán que unir fuerzas para resolver un caso relacionado con bebés desaparecidos.
Os dejo imágenes de ese primer tomo que además se acaba de reeditar en un claro acierto de Norma Editorial por tener siempre disponible este material:

Ahora sí, nos metemos de lleno en la reseña del segundo tomo. A nivel argumental, esta segunda parte sigue la estela de lo visto en la primera y nos mantiene en el mismo año, 1956. Volvemos a seguir la pista de León Lenoir, Emilio Sanz y Paloma Ríos, pero esta vez llevamos el thriller a un contexto relacionado con el mundo del cine. De hecho el título ya te lo deja bien claro. Mayores con reparos era la forma de calificar en su día a algunas películas. Durante los años de la postguerra española las películas debían pasar por censores y mayores con reparos era una forma de calificar a películas ‘peligrosas’, pero que pasaban el corte, valga la redundancia, con reparos. Eso sí, todo venía de una opinión subjetiva y controlada por el franquismo y Teresa usa eso para dar título a la obra y dejar claro que como pasó en la primera parte este thriller ésta también será una forma maravillosa de criticar un pasado que aún nos atormenta en España.

Teniendo diferencias y evolución respecto al primer tomo, Teresa siempre garantiza que estemos ante una autora reconocible, es decir, si te dan el cómic sin portada y sin nombre para que veas su narrativa y su dibujo no creo que tardes mucho en reconocer que tienes entre manos una obra de Teresa. A nivel narrativo ya no es que pases de viñeta en viñeta con facilidad dejándote llevar por el estilo de Teresa sino que directamente te deslizas con la suavidad que la autora nos otorga a los lectores. No pasas a otra viñeta, te deslizas, y eso habla de la limpieza y el saber hacer de una Teresa que vuelve a darnos un cómic de género negro impresionante en fondo y forma.
El apartado visual, como es habitual, deslumbrante. Os dejo varios ejemplos:


La historia en este segundo tomo se sigue sintiendo con la misma fuerza que en el primer Contrapaso y en esta ocasión tendremos que resolver junto a los protagonistas el asesinato de un censor. Teresa no solo repite la fórmula de darnos una historia que mezcla género noir, costumbrismo, crítica social, política y un buen caso periodístico y policial sino que sigue aumentando la apuesta sin bajar ni un ápice el nivel del cómic. Ojalá muchos autores, no solo en los tebeos, supieran esperar y tener paciencia con sus obras que que la espera valga la pena de verdad. En este caso no tengo ninguna duda de que así ha sido. Por cierto, es una maravilla poder ver cómo retrata Teresa a la Madrid de los años 50. Si además vives en la ciudad como es mi caso, el lujo es aún mayor. Digno de pasear por sus calles con este Contrapaso bajo el brazo para disfrutar a la vez de la realidad y del trabajo de Teresa.

Conclusión: el cómic español debe presumir de arte y aquí tenemos a una de sus mayores embajadoras. Si te gustó el primer tomo de Contrapaso te vas a deslizar hacia la librería con la misma facilidad con la que Teresa te hace deslizarte por sus viñetas. No te va a defraudar. Y si aún no conoces esta obra, no dudes en hacerte con ella. ¿Se puede leer este tomo sin haber leído el primero? Por supuesto. Aunque te aseguro que si te lees este cómic no tardarás mucho en llegar hasta la primera parte. Gracias Teresa por otra obra de arte. Si gustan, disfruten de la lectura.

