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La historia del Humor Amarillo en Madrid: de la televisión a la realidad

Este original programa cosechó un gran éxito, logrando trasladarse de la televisión a la realidad.

Este original programa cosechó un gran éxito, logrando trasladarse de la televisión a la realidad.
Actionlive.es

El término «influencer» viene dado por el gran poder de influencia que tienen hoy en día los perfiles en redes sociales que cuentan con decenas de miles de seguidores. Pero, ¿sabías que hasta hace no muchos años eran los programas de la televisión los que conseguían un resultado similar? En efecto, tal como demuestra el conocido bajo el nombre de Humor Amarillo.

A raíz del exitazo televisivo que supuso, varios centros decidieron ofrecer una experiencia similar, como por ejemplo Action Live y su Humor amarillo en Madrid. Hoy hablaremos del proceso que tuvo lugar para que el fenómeno se trasladase de la TV a la realidad.

Orígenes del Humor Amarillo: cómo nació el fenómeno

La Tokyo Broadcasting System estrenó en el año 1986 un programa muy original que, prácticamente desde la primera emisión, se supo que cosecharía un gran éxito: Fūun! Takeshi Jō. Este concurso televisivo estuvo en activo hasta 1990, factor que derivó en que se emitieran aproximadamente 100 episodios.

En todos ellos, los participantes trataban de llegar al castillo de Takeshi, todo un hito si tenemos en cuenta que, para lograrlo, debían superar multitud de pruebas. Su creador, Takeshi Kitano, no se esperaba que el concurso acabase traspasando fronteras, llegando incluso a tierras españolas.

El impacto de la televisión y la cultura pop en su popularidad

Telecinco tuvo un gran acierto al adquirir los derechos de emisión de ese programa, aunque no fue el único. El más importante consistió en cambiarle el nombre para calar hondo en el público español. El elegido fue Humor Amarillo.

Desde 1990 hasta 1995, Humor Amarillo se emitió en dicha cadena privada, llegando a multitud de jóvenes y no tan jóvenes. Algo similar sucedió años después cuando Cuatro decidió recuperar las emisiones del concurso televisivo.

Este programa acabó causando un gran impacto a nivel televisivo no tanto por el formato en sí: pruebas variopintas que llevaban a los concursantes a sufrir de lo lindo para superarlas y alcanzar el objetivo. La principal clave del éxito residió en los comentarios.

Antes de profundizar en ellos, conviene destacar que las pruebas, en cierta medida, fueron imitadas por un programa made in Spain que también registró elevadas cifras de audiencia: el Grand Prix presentado por Ramón García.

Retomando lo referente a Humor Amarillo, los comentarios supieron adaptarse por completo al mercado hispanohablante, concretamente al español. Poner motes a los participantes y cambiar los nombres de las pruebas por algunos tan originales como «zamburguesas» fueron tan solo dos de las muchas adaptaciones lingüísticas que perduran hoy en día en la cultura pop.

Actualmente, es habitual llamar «chino cudeiro» a una persona que tiende a caerse con facilidad o que tira objetos con frecuencia. El resultado es similar al obtenido por la película La chaqueta metálica y su icónico personaje «recluta patoso».

La expansión del Humor Amarillo en Madrid

Ante un éxito apabullante de las emisiones televisivas, varias mentes pensantes tuvieron una idea magistral: llevar esas pruebas a la vida real. No sería en absoluto sencillo, puesto que se requerirían unas instalaciones muy espaciosas, así como originalidad y profesionalidad.

Los primeros centros en Madrid que trajeron este fenómeno

Con esas premisas por bandera, empezaron a surgir los primeros centros en la capital española. Action Live fue el pionero y, tras atraer a sus instalaciones a multitud de personas que se lo pasaban en grande, no tardaron en surgir otros centros similares que estaban deseosos de obtener un resultado similar.

Estos centros ya cosechaban éxito en la época previa al boom de las redes sociales, pero hoy en día registran si cabe una mayor actividad. Y no es para menos, puesto que los participantes publican fotografías y vídeos en los que muestran el altísimo nivel de diversión, factor que llama poderosamente la atención de otros usuarios, quienes no dudan en sumarse a este fenómeno.

Cómo los juegos del Humor Amarillo se adaptaron a los espacios reales

El programa original tenía lugar en una zona de muchas hectáreas y finalizaba en un castillo real, el del millonario Takeshi Kitano. Plasmar todo ello era inviable, pero centros como Action Live acertaron de lleno al recrear las pruebas en espacios reales mucho más limitados.

Los escenarios, en gran medida, son recreados con elementos hinchables que no solo resultan divertidos, sino también muy seguros. Por otra parte, hay pruebas tanto exteriores como interiores, estando destinadas estas últimas a las jornadas en las que las condiciones climatológicas en la capital de España son un tanto adversas.

La influencia cultural del Humor Amarillo

Muchos de los chascarrillos que se mencionaban durante las pruebas del programa original eran desternillantes y siguen siendo traídos a colación en la actualidad, demostrando lo mucho que influenciaron las emisiones televisivas a nivel cultural.

De la risa colectiva al trabajo en equipo: ¿por qué sigue siendo popular?

Es innegable que los comentarios españolizados fueron clave para lograr que centenares de miles de personas se rieran a pierna suelta, pero lo cierto es que por sí solas, las pruebas ya de por sí eran divertidas a más no poder. De hecho, las adaptadas a la vida real provocan risas colectivas al mismo tiempo en que generan un afán de superación.

Completar con éxito determinadas pruebas exige pausar momentáneamente las risas colectivas para trabajar en equipo. De hecho, el Humor Amarillo en Madrid es una actividad que llevan a cabo muchas empresas con el objetivo de estrechar los lazos que unen a los empleados.

El futuro del Humor Amarillo en Madrid: nuevas tendencias y variantes

Ciertamente, el Humor Amarillo en Madrid es muy exitoso hoy en día, aunque la ambición de los centros especializados deriva en que quieran ir más allá incorporando nuevas tendencias e incluso variantes nunca antes vistas. Pero, ¿de cuáles se trata?

Una de ellas guarda relación con la inclusividad, siendo el principal objetivo de muchos de estos centros que todos los participantes, indistintamente de sus condiciones físicas u otras características, sientan que forman parte del programa televisivo en la vida real y no haya ninguna limitación para que se diviertan al máximo en compañía de sus amigos, familiares o compañeros de trabajo.

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