
Tom King y Mitch Gerads son los autores de este cómic inmersivo, plagado de oscuridad y que intenta intensificar aún más el boom que supuso para Gotham y para Batman el encontrarse por primera vez con un villano como el Joker. Aquí tenemos el primer encuentro entre ambos reformulado por King y la verdad es que Tom ofreció una alternativa a la historia original más que sobresaliente. Puntualización: si alguien tiene este cómic publicado anteriormente por ECC lo conocerá con el nombre de "la carta ganadora". Lo aclaro para que no haya confusiones y compras repetidas. En su día ECC optó por tapa dura y Panini por tapa blanda.
Como primer dato y para aquellos que se pregunten qué es esto de Batman The Brave and the Bold aparte de una serie de televisión de animación, este tebeo forma parte de una serie de cómics de Batman con historias autoconclusivas del personaje. En España ya se han publicado dos números y llegarán otros dos más entre julio y agosto. Todos ellos con diferentes equipos creativos y ofreciendo visiones diferentes del caballero oscuro. En el segundo tenemos una colección de historias en blanco y negro, en el tercero Batman perderá la memoria y el cuarto se titulará "el día de la madre".

Antes de seguir con más detalles, vamos con el apartado técnico: guion de Tom King, dibujo de Mitch Gerads, contiene The Brave and the Bold 1-2, 5 y 9, rústica tapa blanda, 112 páginas y un precio de 11 euros.
Vamos con la reseña
El horror a través del Joker
Lo mejor de este cómic es sin duda alguna la versión que se ofrece del Joker. Terrorífica. Ya solo su primera escena sin los tradicionales diálogos y con una niña en un parque bajo la lluvia te hiela la sangre y la fórmula que usa Tom King para que el payaso se comunique no consiste en los habituales bocadillos sino en frases suelta a modo de cine mudo. Os muestro cómo lo hace:

Al no ‘hablar’, el Joker ofrece una versión aún más misteriosa y más tenebrosa de lo habitual. El hecho de ver la cara de desequilibrado del payaso y ningún atisbo de diálogo hace que el lector se sumerja aún más en ese mundo de locura que siempre rodea a este personaje. Es un gran recurso narrativo de Tom King aunque es cierto que hay un par de momentos, sobre todo en una grapa concreta, en la que se abusa demasiado de esta idea. Aún así funciona a nivel general y le da un plus más a la oscuridad del tomo.
Por supuesto el dibujo de Gerads pone la guinda al aspecto visual del cómic y refuerza la idea de Tom de aterrorizar al lector. Es el dibujante adecuado para este material ya que no solo refleja como nadie la locura ‘muda’ del Joker sino que convierte cada escenario en una escena de película de miedo. Hay momentos en los que un simple primer plano a una mirada del Joker proyecta el pavor que se pretende en el guion y ahí brilla mucho el talento de Mitch Gerads.
Aquí tenéis más ejemplos del apartado artístico:


En cuanto al argumento, la historia emula a lo hecho en su día inicialmente con Joker el hombre que ríe, es decir, el payaso del crimen aparece por primera vez asesinando millonarios y entre Batman y Gordon, que ni siquiera es aún comisario, tendrán que detenerlo. Lo que pasa es que Tom King logra pasar del miedo al terror más encarnizado y cambia varios aspectos de lo que hicieron en su día Ed Brubaker y Doug Mahnke. Este Joker es violencia, pero también locura y ensañamiento y con ello vienen una serie de escenas grotescas en las que no se pierde la oportunidad de meter el bisturí de nuevo con lo que representan tanto Joker como Batman. La eterna moneda de doble cara en la que ambos tienen cosas en común y cosas totalmente opuestas.
Por cierto, si la forma de reflejar al Joker es más oscura y siniestra de lo habitual, Batman también tiene escenas en las que se potencia todo el miedo que proyecta el murciélago sobre sus enemigos. Hay una secuencia en las vías del tren que es una auténtica delicia para los amantes de ese caballero oscuro que no necesita ni abrir la boca para causar el terror entre los maleantes.
Conclusión: mi valoración final es de notable-sobresaliente. Es la misma historia que ya conocemos y aún así Tom King logra darle un tono más terrorífico de lo que ya de por sí simboliza el Joker. La forma de retratar tanto al payaso como a Batman por parte del dibujante Mitch Gerads es impresionante y es lo que le da el toque ambiental e inmersivo que esta obra necesita. Son cuatro grapas, se lee con bastante velocidad y seguramente gane importancia con el tiempo por su calidad. Un clásico sobre un clásico. Si gustan, disfruten de la lectura.

