El Vigía. Gran personaje. Complejo y con una historia de orígenes que desafiaba todo lo conocido dentro del universo de Marvel. Imaginen lo que supuso que un autor como Paul Jenkins, reconocido entre otras cosas por su gran etapa con John Constantine en Hellblazer, se atreviese a meter de la nada un personaje que nunca se había visto, pero que según el guion siempre había estado en Marvel.
Jenkins usó una idea que ya se había visto por ejemplo en televisión. No sé si veían Buffy Cazavampiros, pero en la famosa serie noventera de Joss Whedon de repente apareció un personaje que era la hermana de la protagonista. Llegó de la nada, parecía totalmente integrada con el resto de la historia y los propios protagonistas la trataban como si siempre hubiese estado ahí. Luego se explicó lo que había pasado con recuerdos falsos en la memoria de los personajes, una llave y unos monjes de por medio, pero lo más importante es que nos hicieron creer que ella había estado ahí todo el tiempo cuando sabíamos que no había sido así.
En este Vigía de Paul Jenkins ocurre algo parecido a lo visto en Buffy. La premisa es que una persona aparentemente normal llamada Robert ‘Bob’ Reynolds vuelve a vestirse de superhéroe ante la llegada de un peligro llamado ‘El Vacío’. Bob es el Vigía y supuestamente siempre ha estado ahí salvando a la humanidad en sus momentos más decisivos, sin embargo, desde hace años nadie le recuerda y él vive en el anonimato pese a haber compartido aventuras con los Vengadores, Spiderman, Hulk, la Patrulla X o Los 4 Fantásticos. ¿Cómo es posible que nadie le recuerde si siempre ha estado dentro del universo Marvel? Eso es lo que descubriremos aquí y lo haremos con seis grapas en las que tenemos la historia principal y otras cuatro que son tie-ins que tuvieron lugar en las cabeceras de otros personajes. Con todo ello tendremos el pasado y presente de lo que está ocurriendo y veremos a héroes como Reed Richards intentando adivinar por qué no recuerda al que supuestamente era uno de sus mejores amigos.
Lo que más me gusta de este cómic es la capacidad que tiene Jenkins de desarrollar con mucha limpieza, gracias a un guion sólido, la idea de que el Vigía ha estado presente a lo largo y ancho del universo Marvel aunque todos lo hemos olvidado. El guion hace que ese concepto nada fácil de contar y muy arriesgado sea coser y cantar para Paul Jenkins, el cual además utiliza el recurso narrativo de mostrarnos el pasado del héroe a través del dibujo, portadas y viñetas antiguas de supuestos cómics en los que se habla del Vigía. Os dejo varios ejemplos sin desvelar la trama:
Ese contraste de dibujos hace que las historias principales más el One-Shot de resolución final formen un conjunto armonioso en el que esa gran verdad desvelada en la última grapa llega al lector a buen paso, bien cocinada y sin quedar como una resolución patosa y mal explicada. No era nada fácil contar algo así y Jenkins lo hizo tan bien que muy pronto el Vigía volvería para ser una parte importante, por ejemplo, en los Vengadores de Brian Michael Bendis. Porque el Vigía es básicamente el Superman de Marvel. Tiene el poder de un millón de soles y además su estética con capa incluida recuerda a su colega de DC.
Decir también que este cómic es recomendable para todo tipo de lectores. Eso sí, como ya pasaba en su etapa con Hellblazer, Jenkins se toma su tiempo con mucho texto de por medio ofreciendo una introspección de los personajes espectacular. A mí personalmente me encanta. Por eso tengo la etapa de Jenkins en Hellblazer como una de mis preferidas. No es por tanto un guion descomprimido sino todo lo contrario y a pesar de tratarse de superhéroes, el guionista inglés mantiene su estilo para darte una historia llena de contenido y contada desde un punto de vista muy maduro. A mí me gustan ambas formas de contar las historias de superhéroes y por eso agradezco tanto los momentos de blockbuster puros y duros como estas historia más complejas y con mayor número de capas.
Lo único que me ha faltado por parte de Panini es que esto se hubiese lanzado a la par que la película de Thunderbolts. Creo que ese era el timing perfecto, sin embargo, tampoco creo que sea una falta grave ni mucho menos. Estamos ante un Must Have atemporal, que se puede leer en cualquier momento, entretenido a más no poder y que no coincidió con el estreno en cines, pero sí con el estreno en Disney Plus. Por lo tanto si alguien se lee esto y quiere ver la película o viceversa, lo tiene al alcance de su mano.
Conclusión: es un Must Have sin ninguna duda y te puedes acercar a él conozcas o no al personaje. Jenkins no te va a dejar nada sin contar y pese a que lo más importante está en las grapas troncales, se agradecen esos recuerdos sobre el pasado del Vigía en los tie-ins que también lleva este tomo. Panini acierta en poner todo junto y la sensación final es la de haber leído un gran cómic y un gran guion. El dibujo principal de Jae Lee tiene el tono perfecto para lo que se quiere contar y eso redondea uno de los mejores cómics que se pueden leer en este formato Must Have. Además, al final del tomo como ocurre habitualmente con Panini, se recomiendan una serie de lecturas pasadas y posteriores a esta obra para que sigas conociendo a este personaje tan poderoso y misterioso. Si gustan, disfruten de la lectura
*Apartado técnico del cómic: guion de Paul Jenkins, dibujo con Jae Lee, contiene The Sentry 1-5 y especiales, cartoné tapa dura, editorial Panini, 248 páginas y un precio de 25 euros.