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Santiago Navajas

Ginés Liébana, el artista total

El pintor, poeta y dramaturgo jienense ha fallecido en Madrid a los 101 años.

El pintor, poeta y dramaturgo jienense ha fallecido en Madrid a los 101 años.
El artista Ginés Liébana, tras recibir la Medalla de Andalucía. | Flickr/CC/Junta de Andalucía

Jienense criado en Córdoba, Ginés Liébana era uno de los artistas españoles más completos del siglo que vivió. Pintor, poeta y dramaturgo, junto a Pablo García Baena en el Grupo Cántico, protagonizó la primera modernización artística dentro del franquismo.

En una ocasión, visitando una casa para alquilar en el centro de Córdoba me topé con un mural pintado por él en el salón. Era el gran atractivo de un piso, por otra parte, magnífico. La última, en el penúltimo Boletín de toros y loterías, que se publica también en Córdoba como la original y fundamental revista Cántico, que le dedicaba un monográfico con sus pinturas de temática tauromáquica llena de ángeles-toreros. Justamente en 2022 se celebraba el 75 aniversario de la revista poética de la que Liébana fue ilustrador. Unas ilustraciones luminosas en las que se combinaba la tradición de Romero de Torres con la innovación del surrealismo y el simbolismo.

Si el paganismo y el hedonismo, la belleza y el placer, eran las señas de identidad de Cántico en tiempos de represiva austeridad enfermiza, Ginés Liébana era su encarnación suprema. Viajero e ironista, Ginés Liébana llevaba a la práctica como nadie lo que Nietzsche describió como el gay saber, el conocimiento fundado en la alegría de vivir. Entre sus libros de poemas, El árbol de la alcoba, El libro de los ángeles, Penumbras de la romeraca, Travesía de la humedad, Bestiamante, El hombre que se casó con Charles Chaplin y La tienda de las ambigüedades.

De Córdoba a París, luego a Venecia, termina por instalarse en Madrid, que puebla de ángeles sureños, de poemas incandescentes y de obras de teatro. Andaluz hasta las cachas, universal precisamente por andaluz hasta las cachas (no hay otra forma de serlo en realidad), fue premiado con la Medalla de Oro de Bellas Artes (2005) y la medalla de Andalucía (2011).

Escribía Pablo García Baena que Cántico fue "un himno a la dicha de vivir, desde la desposesión y la elegía". Una dicha de vivir en la que el propio Liébana situaba su secreto para una vida tan longeva: trabajar, reírse y amar el trabajar y la risa.

"El secreto está en que me divierte mucho trabajar y en el sentido del humor, que ha sido lo mejor que ha habido en mi vida"

Nos ha tocado entonar una elegía por la desposesión en la que nos deja el fallecimiento de Ginés Liébana. Pero también nos queda la dicha de vivir que nos transmite toda su obra, a la que serviría como epitafio unos versos de su amigo, su camarada, su colega García Baena:

"Dulce es vivir aunque se goce en vano, / aunque se sufra en vano dulce es vivir".

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