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Descubren a María Magdalena en El Juicio Final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina

La restauradora Sara Penco señala el vestido amarillo, el cabello rubio y su relación con la cruz como claves para identificar a María Magdalena.

La restauradora Sara Penco señala el vestido amarillo, el cabello rubio y su relación con la cruz como claves para identificar a María Magdalena.
Figura asociada con María Magdalena. | Wikipedia

La Capilla Sixtina, uno de los mayores tesoros artísticos de la humanidad, sigue revelando sus secretos siglos después de que Miguel Ángel Buonarroti completara su monumental fresco El Juicio Final. Esta vez, el hallazgo está protagonizado por una figura que ha fascinado y desconcertado a creyentes, historiadores y artistas a lo largo de la historia: María Magdalena.

La restauradora italiana Sara Penco, especialista en arte renacentista y barroco, ha presentado su investigación más reciente, en la que asegura haber identificado a María Magdalena entre las más de 300 figuras que componen la obra. Los hallazgos, recopilados en su libro María Maddalena en el Juicio de Miguel Ángel, aportan nuevos detalles y claves que transforman nuestra comprensión del fresco.

La Capilla Sixtina recibe más de cinco millones de visitantes al año, pero pocos podrían señalar, a simple vista, la presencia de María Magdalena entre la multitud de personajes representados en El Juicio Final. Según Penco, la figura se encuentra en el extremo derecho del fresco, detrás del altar, destacando por su vestido amarillo, su cabello rubio y su íntima relación con una cruz de madera, que es sostenida por una figura identificada como Cristo. La restauradora señaló durante la presentación del libro que, a su juicio, la ausencia de María Magdalena en una representación tan trascendental habría sido un vacío inexplicable.

El simbolismo del vestido amarillo

La identificación de María Magdalena no solo se basa en su apariencia física, sino también en el simbolismo que la rodea. El color amarillo de su vestimenta, cargado de ambigüedad en la iconografía renacentista, representa tanto la traición y el pecado como la posibilidad de redención. Pero más allá de los colores, es su gesto y su mirada lo que cautiva: besa la cruz con devoción mientras Cristo la observa con una mezcla de compasión y ternura.

Durante siglos, expertos han debatido sobre la posible presencia de esta figura en el fresco, pero nadie había logrado aportar pruebas concluyentes. Ahora, la investigación de Sara Penco parece haber resuelto el enigma, integrando iconografía, teología y un análisis minucioso de la obra.

Otros descubrimientos

El hallazgo de María Magdalena no es el único descubrimiento reciente relacionado con la Capilla Sixtina. Investigadores han identificado recientemente a una mujer que podría haber sufrido de cáncer de mama en otra sección del fresco, basándose en detalles anatómicos meticulosamente representados por Miguel Ángel.

Resulta fascinante cómo Miguel Ángel, a través de su dominio técnico y su profundo conocimiento de la anatomía humana, logró inmortalizar detalles tan sutiles que aún hoy sorprenden a los expertos. La obsesión del artista por capturar no solo la forma física, sino también el tormento espiritual de sus personajes, es evidente en cada centímetro de El Juicio Final.

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