
Tras la carrera de premios por Oppenheimer el director Christopher Nolan planea su próximo movimiento. Lo hace tras una lucha casi fratricida entre dos estudios, Warner Bros y Universal, que se han disputado al realizador en una batalla a muerte entre bambalinas. Mientras que Warner se convirtió en el hogar de Nolan durante una larga temporada, donde consiguió destacados éxitos como la trilogía de El Caballero Oscuro pero también otros films representativos como, por ejemplo, El Prestigio, el británico-estadounidense consiguió su mayor éxito con Oppenheimer en un hogar distinto, Universal, donde ya trabajó en los 2000 con el remake Insomnia. Y que es donde el disputado director quiere quedarse.
Pero antes de entrometernos en esta guerra de novias cabe preguntarse por la naturaleza exacta de este proyecto. Y, como siempre en la carrera de Nolan, éste es máximo secreto, por mucho que dos jugosas fuentes distintas hayan proporcionado posibles datos sobre la película. Uno es el de la polémica Youtuber Grace Randolph, que asegura que el próximo proyecto de Nolan, que se dispone a rodar a lo largo de 2025, sería nada más y nada menos que una película de terror. Una hipótesis con cierto sentido: recordemos que uno de los directores de referencia de Nolan, Stanley Kubrick, investigo aquel género con El Resplandor consiguiendo no un éxito de taquilla (en la época) pero si una de esas obras de referencia capital en la historia.
Otra línea de información proviene de la red Reddit, y como se imaginarán, hay que cogerlo con todavía más prudencia. Un usuario anónimo asegura que Nolan se encuentra en contacto estrecho con la unidad aérea de la Policía de Nueva York embarcado en un proceso de investigación, y que el film será un thriller de acción futurista ambientado en dicha ciudad sobre un piloto de helicóptero que colabora en la elaboración de una avanzada nave disputada por varias organizaciones terroristas.
¿Alguien ha dicho El Trueno Azul, la exitosa y quizá algo olvidada película de John Badham protagonizada por Roy Scheider y que dio lugar incluso a una serie de televisión? Lo mismo pensó Nolan, que ha manejado versiones de alta calidad de aquel thriller de 1983 (un blockbuster en toda regla, échenle un ojo) y aunque su película no será un remake de aquella historia, Nolan es un seguidor acérrimo del film de Badham y lo está utilizando como referente inicial a la hora de construir su película.
Atrás, por el momento, quedarían los rumores de una próxima película de James Bond que coincidiría con un nuevo actor encarnando a 007. Que Nolan se asegure el montaje final del filme por encima de sus productores y tradicionales artífices de la saga familiar, Barbara Broccoli y Albert G. Wilson, habría provocando que éste tomase distancia.
Warner vs Universal
Tras este desfile de rumores queda resumir el encarnizado combate entre dos estudios, uno tratando de recuperar a su director estrella y otro tratando de conservarlo en nómina, que ha tenido lugar en los últimos tiempos en Hollywood. Nolan, director que ahora mismo encabeza la lista de autores populares y que constituye un género en sí mismo (una lista cada vez más reducida que apenas incluye apellidos como Spielberg, Tarantino o Cameron) huyó de Warner Bros tras su descontento con el rendimiento de Tenet, estrenada en plena pandemia por presiones del propio director, y la fusión del estudio con el grupo Discovery.
El resultado comercial no fue el esperado, con Nolan renunciando a parte de sus beneficios a costa de favorecer la experiencia en salas con un estudio que en ese momento replegaba alas hacia el streaming de esa plataforma ahora llamada Max.
Con un contrato firmado con Universal, dos de los talentos vinculados todavía al estudio (así como a su larga etapa en Warner) han luchado por recuperarlo regalando a Nolan la tarifa a la que él mismo renunció. Michael De Luca y Pam Abdy, dos de los pocos de la vieja guardia del estudio que quedan y que tan intensamente han luchado por conservar algo de la Warner anterior a la llegada del grupo Discovery y el muy discutido David Zaslav. iniciaron una negociación desesperada (y finalmente fracasada) con el director para que éste abandonase Universal tras el éxito de Oppenheimer. Los cuchillos han estado afilados durante mucho tiempo.
Tal y como explica Variety, a Nolan, que sigue residiendo en la misma y relativamente modesta casa que hace veinte años y conduciendo el mismo relativamente modesto vehículo Honda, no se le tienta con dinero sino con la promesa de control creativo, una estrategia de marketing adecuada y sí, salas Imax. Y eso es lo que le ha dado Universal al enrevesado autor de Oppenheimer.

