'Presunción de inocencia', un thriller judicial de Daniel Auteuil más tétrico de lo que parece
Presunción de inocencia es una correcta intriga judicial estrenada en cines dirigida y protagonizada por Daniel Auteuil.
Puro cine de juicios. Eso es Presunción de inocencia, vehículo en el que Daniel Auteuil se construye a sí mismo, en calidad de director y actor, un más que aceptable thriller basado en el juicio real de Nicolas Milik, un padre de familia acusado de asesinar a su esposa. Extirpado casi todo sentimentalismo tanto en el retrato de presunto criminal como el de su abogado defensor, papel del propio Auteuil, lo que llega al público es un puro procedimental de una narrativa precisa y minuciosa al que es muy fácil acceder pese su seriedad y negrura.
Pero detrás de esa seriedad el actor y director no se guarda, en realidad, nada de nada. La película juega con la ambigüedad de un abogado que se mueve entre la compasión y el cinismo y esa aparente imparcialidad se resuelve en una serie de giros finales que, gracias a esa sobriedad, no aparentan sensacionalismo. Pero es ese trasfondo de un hombre casi emasculado donde Presunción de inocencia se convierte en una suerte de espejo que devuelve al espectador su propia imagen: el acusado Nicolas Milik (Grégory Gadebois), un gigantón que cuida de sus hijos frente a una esposa alcohólica y violenta, desafía roles y estereotipos de género incluso en los episodios en los que responde a lo que se espera de ellos.
Naturalmente, hay que llegar a la meta para analizar en toda su magnitud ese juego de clichés y atribuciones que la naturaleza humana se empeña en trascender. Porque ese juego no solo funciona con Milik sino con el propio abogado, un tipo bien asentado en la cima pero que su capítulo casi final busca esa redención, confianza o simplemente buen oficio que al principio nosotros mismos le negamos. Un cierto sentido de la utilidad que, en todo caso, parecen haber perdido esas dos creaciones masculinas que protagonizan Presunción de inocencia.
Un juego de espejos entre ambos protagonistas y la mirada del espectador sobre ellos, más sutil de lo que parece pero siempre enterrado bajo esa capa de corrección que define el drama. El film quizá se queda corto en su arrojo formal, que no obstante nunca frena su eficacia, pero ese plus de creatividad, tanto en sus giros finales como en el desarrollo, podrían haber convertido en algo más vistoso una intriga interesante de una notable complejidad moral, si uno se para a mirar al margen de su aspecto más o menos típico.
Lo más popular
-
Rubén Amón: "La imagen de Morante despidiéndose del toreo en Madrid es un corte de mangas a Sevilla" -
Washington tiene "pruebas sólidas" contra Zapatero y "otros miembros de anteriores gobiernos" -
Javier Somalo: 'Sobria y con escolta quiero llegar a Ferraz' -
Indignación ante el abandono de los pacientes de Von Hippel-Lindau: "Es una crueldad" -
Nueva pesadilla para Ábalos y Koldo: la UCO confirma que generaban las "deudas" de Acciona y Cerdán "gestionaba pagos"
Ver los comentarios Ocultar los comentarios