La sombra de John Wick es alargada, y aunque el legado del cine de Hong Kong es vasto, Este amor sí que duele se mira de manera evidente en el éxito de Keanu Reeves. Producida por David Leitch y dirigida por Jonathan Eusebio, co-director y coordinador de especialistas de la citada John Wick, la película trata de imitar comercialmente la jugada de la primera Deadpool -franquicia donde Leitch también tuvo algo que decir-, que consiguió "colar" como comedia romántica un film de acción en tiempos de déficit de aquellas.
También hay otro factor en boga en la producción, que ha salido directamente en Blu-Ray en nuestro país: su protagonista, Ke Hui Quan, el famoso "Data" de Los Goonies, protagonizó el film inmediatamente después de su Oscar por Todo a la vez en todas partes, añadiendo una evidente faceta de pura construcción de estrella en base a la aproximación al mito de Jackie Chan que todavía colea por Occidente.
En solo 80 minutos, Este amor sí que duele intenta demasiadas cosas, pero la bonhomía que transmite Qan y la ligereza del conjunto dan cierta impresión de libertad. En cierto modo, articular el film en torno a dos voces en off, su devenir apresurado despojado de todo intento de establecer psicología alguna, así como la eficacia de alguno de sus números de acción, convierten la pequeña aventura de espías en un adecuado sucedáneo de una película de acción china, que es precisamente lo que el film intenta homenajear.
Al director Jonathan Eusebio le falta algo de confianza (Nadie, con Bob Odenkirk, tenía el mismo punto de partida y funcionaba mejor) pero el film destaca por su caradura en secuencias como la de la cocina, o ese acierto de situar a Sean Astin (de nuevo, Los Goonies) en un papel secundario inesperado. En conjunto, Este amor sí que duele resulta tan ligera que, ejem, duele, un simple ejercicio de homenaje a los especialistas de acción física que los fans del género agradecerán poniendolo en su justo contexto. La original partitura de Dominic Lewis o la belleza de la tambien "oscarizada" Ariana de Bosé, a la que el film nunca llega a sacar todo el provecho, son elementos de interés creativo, como el hecho de que Eusebio sí que fotografía bien los aburridos suburbios de Milwaukee donde se desarrolla el film.
El Blu-Ray comercializado por Arvi en España destaca por una buena imagen y sonido y, también, por conservar una adecuada cantidad de extras y documentales con la factura típica de Universal Studios, ya no tan en boga en estos días. El final alternativo del film (mucho mejor que el elegido finalmente, por ser más áspero) es una curiosidad que hace preguntarse qué habría sido de Este amor sí que duele con un tono más… doloroso.