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Defensa, obligada a retirar por "hispanofobia" unos cómics ofensivos con la historia militar española

El Ministerio ha recibido una carta firmada por decenas de historiadores que denuncian la manipulación de la historia en esos tebeos.

Ministerio de Defensa

A las numerosas denuncias sobre la ideologización de los nuevos libros del texto, se suma ahora la polémica por tres cómics publicados y coordinados por el Ministerio de Defensa y que pretendían "acercar la historia a los niños". Más de cincuenta historiadores y expertos han sacado a la luz lo que consideran falacias y faltas de respeto hacia personajes fundamentales de la historia de España, como Blas de Lezo o Juan Sebastián Elcano. Todos ellos han firmado una carta que dieron a conocer la semana pasada y que enviaron a la ministra, Margarita Robles, haciendo saber su descontento por la manipulación de la historia llevada a cabo desde las propias instituciones del país. La respuesta, eso sí, fue inmediata. Desde el pasado domingo, ninguno de los tebeos aparece ya en la página de descargas gratuitas del Ministerio, que da por zanjada de esa manera la polémica.

Según fuentes del Ministerio, de los tres cómics, el primero —Juan Sebastián Elcano, la primera vuelta al mundo— fue editado durante el último gobierno popular de Mariano Rajoy, con María Dolores de Cospedal como ministra de Defensa, y habría sido aprobado por la Comisión de Historia de la Armada y por la Comisión Nacional para la conmemoración del V Centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo. El segundo, —Lepanto— sí que dependió directamente del gobierno de PSOE y Unidas Podemos. Y el tercero —Blas de Lezo, el marino invicto— fue publicado por una empresa privada que recibió subvenciones públicas para llevarlo a imprenta.

La carta

"Quien fuera uno de los mejores generales de nuestro Ejército y artífice de la victoria española en Cartagena de Indias, desde el Ministerio que usted dirige se financian textos en los que se le trata como un miserable malvado", se lee en uno de los párrafos de la carta enviada a Margarita Robles. "No queda mucho mejor quien fuera uno de los grandes reyes de España, Carlos I, al que se le presenta como un jovial borrachín, o de decrépito anciano comido por las moscas a Felipe V".

En términos generales, los firmantes se quejan de una visión de la historia que "denota un importante desconocimiento", y la tachan de "alevosa, falaz y ofensiva". Su intención, según recogen los primeros párrafos de la misiva, es recordar el deber de las instituciones públicas de "ajustar" el relato que hagan de la historia de España "a la realidad de lo acontecido". Y, por eso, lamentan que el Ministerio de Defensa parezca "unirse a la persistente campaña de hispanofobia, convirtiéndose de facto en difusor y cómplice de los más burdos tópicos de la leyenda negra". "Dibujar viñetas para contar la historia no puede ser una coartada para presentarla de manera caricaturesca, tergiversada e irrespetuosa", añaden. Y sentencian que "promover, amparar y financiar un repetido ataque a la realidad histórica de una manera tan burda no es aceptable. Se pueden hacer viñetas de Sebastián Eslava, Carlos I o Felipe II más ajustadas a la realidad, evidentemente".

Por último sugieren que, en adelante, se solicite "la opinión de la Real Academia de la Historia sobre el rigor histórico de lo publicado" —"no parece muy descabellado pensar que los responsables de estas publicaciones ‘históricas’ deberían contar con el oportuno asesoramiento de los Institutos de Historia y Cultura de los tres Ejércitos, todos dependientes de su cartera ministerial", escriben—, y ruegan que se retiren de la circulación los tres cómics, "se modifiquen las viñetas tan denigrantes y se vuelvan a reeditar de manera que no distorsionen, manipulen o deformen la historia de España".

Un firmante quiere desvincularse

El doctor en Historia Enrique Martínez Ruiz es el primer nombre que aparece entre los abajofirmantes, y, por eso, es todavía más llamativo su deseo de desvincularse de la carta. En una conversación con este medio ha explicado los motivos de su cambio de criterio. "Creo que se ha gestionado muy mal", comenta, antes de añadir que ni ha redactado la carta ni está "de acuerdo con lo que se ha hecho con ella". Su malestar se debe a dos motivos, principalmente: "Por un lado, no estoy cómodo apareciendo el primero, como dando a entender que soy el promotor de la iniciativa", dice. "Y no lo estoy porque no he tenido parte en su redacción y porque firmé antes de conocer su contenido completo". Además, "pensaba que iba a ser una carta enviada exclusivamente a la ministra, de forma cordial y desinteresada. No me parece bien que se haya filtrado a la prensa, como se ha hecho". En último término, considera que "fue un grave error firmar antes de tener una idea clara del contenido".

Su idea, por la que firmó, era que todo se iba a limitar a pedir un tono "más serio y menos crítico" en el tratamiento de la historia de España. "Nosotros considerábamos que muchos personajes y episodios tratados en los cómics eran excesivamente frívolos y descalificadores, y que no acercaban de manera veraz la historia a los más pequeños". Sin embargo, considera que lo que se ha terminado intentando ha sido "disparar por elevación". Preguntado acerca de si pueden existir intereses partidistas detrás de la filtración de la carta a la prensa, responde que "lo que es seguro es que hay algo más que el interés meramente académico". De momento, Vox ya ha presentado una pregunta en el Congreso sobre el asunto, pero Martínez prefiere subrayar el hecho de que la respuesta de Robles "haya sido absolutamente inmediata".

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