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Queipo de Llano es exhumado de madrugada de la basílica de la Macarena en Sevilla

La nueva Ley de Memoria se cobra sus primeras profanaciones de tumbas: los restos de Queipo de Llano y Bohórquez Vecina han sido exhumados en Sevilla.

La nueva Ley de Memoria se cobra sus primeras profanaciones de tumbas: los restos de Queipo de Llano y Bohórquez Vecina han sido exhumados en Sevilla.

A las 2.20 de la madrugada de este jueves se daban por concluidos los trabajos para la exhumación de los restos del Gonzalo Queipo de Llano, de su mujer, Genoveva Martí Tovar, y del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina en la Basílica de la Macarena en Sevilla.

El desenterramiento es el resultado del requerimiento formal que el Gobierno mandó a la hermandad de la Macarena basado en la recién aprobada Ley de Memoria Democrática.

Familiares de ambos militares han permanecido en el interior del templo durante la exhumación, mientras que en el exterior se oían sin dificultad los trabajos y se han escuchado también los gritos de una presunta activista de la memoria.

Muchos periodistas

A las 23.30 de la noche salía de la basílica un coche fúnebre mientras numerosos periodistas y reporteros gráficos estaban en el exterior, junto con algunos vecinos y también hermanos de la Macarena.

Ya de madrugada una furgoneta de una empresa de servicios funerarios entraba en el templo hasta que justo después de las dos empezaron a salir los familiares de los militares, que lo hicieron a pie, y los responsables de la hermandad, entre ellos el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, que usaron un coche de alta gama.

A las 2.20 de la madrugada el vehículo de los servicios funerarios abandonaba también el templo entre los aplausos de algunos familiares que seguían esperando en el exterior del recinto. En ese momento, una activista de memoria histórica llamada Paqui Maqueda, la única en asistir a la exhumación, ha comenzado a proferir gritos insistentemente sobre "las víctimas del franquismo" y sobre que "se saldaba una deuda histórica".

La hermandad: un "asunto ya resuelto"

En un comunicado emitido la madrugada de este jueves, la Hermandad asegura que la exhumación "se ha realizado en la más estricta intimidad y con absoluto respeto a los familiares presentes" y que "el procedimiento" ha contado "con el consentimiento de ambas familias".

Tras la profanación de las tumbas la Hermandad pide ahora "respeto para las familias al ser ahora un asunto perteneciente al ámbito privado e íntimo de los descendientes".

Además, reclama "ser dejada al margen de cualquier polémica ideológica y política ajena a los fines de la misma y a su condición de asociación de fieles católicos" y suplica "desaparecer del foco mediático por este asunto ya resuelto".

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