Felipe Camino (1884-1968) nació un 11 de abril, día de San León, a quién tomó prestado su nombre para firmar toda su poesía. Natural de Tábara, una pequeña localidad de Zamora, fue un poeta "inclasificable" pues aún hoy no hay consenso sobre a qué corriente o generación literaria concreta pertenece. Max Aub vino a decir que era "un poeta de una generación aparte", pero precisamente este aspecto es uno de las causas que explicarían que "haya sido injustamente olvidado". Se sintió representado en la figura de Don Quijote, ese "loco que abandona su tierra", y su espiritualidad, atribuida a la influencia de su esposa, condujo parte de su obra.
Ni él mismo supo nunca quién era. Desde sus primeros poemas, y a lo largo del resto de su obra, lanzó la pregunta "¿Quién soy yo?".Este interrogante da nombre a la exposición que alberga Casa de América con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento, organizada conjuntamente por la Fundación León Felipe y Acción Cultural Española. "León Felipe: ¿Quién soy yo?" es un viaje por el universo vital y poético del autor zamorano a través de más de un centenar de piezas entre libros, documentos, fotografías, piezas artísticas, audiovisuales y objetos personales.
Cuando ya estamos rendidos de caminar
y el día va a quebrarse,
gritamos enloquecidos y angustiados,
para no perdernos en la sombra: ¿Quién soy yo?
¡Y nadie nos responde!
"León Felipe es una de las voces más representativas de la poesía española en el exilio", destaca el comisario de la exposición, Alberto Martín. Decía que era "el poeta de barro", nacido del pueblo, pero no se limitó a la poesía. Tuvo cierta sensibilidad por otras artes. En Madrid solía visitar el Museo del Prado embelesado por Velázquez y Goya. También intentó ser actor de teatro. Ya en México, en el exilio, trató de llevar sus creaciones al cine pero el sindicato del sector, dirigido por el cómico Cantinflas, se lo impidió. Fue en este país, precisamente, donde conoció a Sara Montiel, quien sería su musa. La actriz de Campo de Criptana confesó en varias ocasiones que León Felipe fue quien realmente la enseñó a leer y escribir. Le aconsejaba qué libros leer y cómo hablar en público. Un retrato de la manchega ocupa un lugar especial en esta muestra de Casa de América. "Puede parecer banal –bromea el comisario– pero fue muy importante en su vida".
Amenazado por los anarquistas
El estallido de la Guerra Civil pilló al poeta en Panamá, pero decidió volver a España, asegura el comisario de la exposición, "por su compromiso con el pueblo". En 1937, dio una conferencia en el cine Coliseum de Barcelona en el que"se mostró muy crítico con la izquierda, tal y como escribió en La insignia: poesía revolucionaria, hasta tal punto de que tuvo que desaparecer por un tiempo amenazado de muerte por los anarquistas", recuerda Alberto Martín. En el 38, volvió de nuevo a México y ya nunca regresó a su país: "León Felipe siempre llevó a España en su corazón".
Entre las piezas que componen esta muestra, destaca el libro Versos y oraciones de caminante II, dedicado a Federico García Lorca, algunos manuscritos autógrafos del poeta; o un retrato procedente de una colección particular de Cuernavaca (México), realizado por Jesús Martí; así como objetos personales tan simbólicos como su chaqueta, boina y bastón.
En la exposición se proyecta un audiovisual en la que actores como Juan Echanove, Emilio Gutiérrez Caba o Vicky Peña ponen voz a algunos de los versos más conocidos del poeta zamorano.
Ficha:
Lugar: Casa de América (Madrid)
Fechas: Hasta el 17 de noviembre de 2018.
Horario: de lunes a viernes de 11 a 19.30. Sábados de 11 a 15. Domingos y festivos cerrado.
Precio: Entrada libre hasta completar aforo.