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Antonio Carvajal, un artesano y el mejor poeta español vivo

Andrés Amorós recomienda Nos diferencia el cuerpo, la antología poética del granadino.

Los Libros: 'Nos diferencia el cuerpo'

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Andrés Amorós recomienda Nos diferencia el cuerpo, la antología poética del granadino.
Antonio Carvajal, poeta | EFE / Archivo

La editorial Cátedra ha publicado Nos diferencia el cuerpo (Antología 1968-2022), de Antonio Carvajal, la recomendación de esta semana del crítico literario Andrés Amorós.

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Antonio Carvajal Milena (Albolote, Granada, 1943) es un poeta y profesor titular de métrica en la Universidad de Granada. Doctor en Filología Románica por la Universidad de Granada y Director de la Cátedra Federico García Lorca. Cuenta en su haber con numerosos galardones, entre ellos, el Premio Francisco de Quevedo y el Nacional de Poesía 2012.

Para Andrés Amorós, es el mejor poeta español vivo. Domina la métrica y no usa el verso libre ni las metáforas irracionales que trajo la vanguardia, lo que lo convierten en un autor más asequible para los lectores. Conoce a fondo y continúa la gran tradición clásica española: cancioneros medievales, místicos, barrocos andaluces, modernistas…

Su poesía habla de los temas de siempre: amor y desamor, vida y muerte, hombre y paisaje. Es un gran "artesano": le llaman "il miglior fabbro". Carvajal posee una gran brillantez formal y fuerza sentimental. Además, une tradición y originalidad. Usa términos de la mística para el amor humano: al revés que San Juan de la Cruz; igual que García Lorca y Antonio Gala.

Ejemplos de sus poemas:

"La dulce boca que a sabor convida" (p. 232)
"Pocas cosas más claras me ha ofrecido la vida" (p. 281)
"Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien / cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío".
"Necesito esta noche refugiarme en tu pecho"
"Al calor de tus manos" (p. 411)

A veces el amor tiene caricias

A veces el amor tiene caricias
frías, como navajas de barbero.
Cierras los ojos. Das tu cuello entero
a un peligroso filo de delicias.

Otras veces se clava como aguja
irisada de sedas en el raso
del bastidor: raso del lento ocaso
donde un cisne precoz se somorguja.

En general, adopta una manera
belicosa, de horcas y cuchillos,
de lanza en ristre o de falcón en mano.

Pero es lo más frecuente que te hiera
con ojos tan serenos y sencillos
como un arroyo fresco en el verano.

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