
El whisky, ese elixir tan cinematográfico, la mejor compañía de cualquier periodista en blanco y negro y detective trasnochado, está de celebración. Se cumplen 700 años del Red Book of Ossory, un famoso manuscrito del siglo XIV que contiene la primera descripción de la destilación de whisky. Con esta efeméride como excusa, se expone por primera vez al público en la Catedral de San Canice de Kilkenny, al este de Irlanda, un bonito condado con encanto medieval que fue su lugar de nacimiento.

The Red Book of Ossory, denominado así por el color rojo de su encuadernación, fue un encargo de Richard de Ledrede, el obispo de Ossory. Son 79 páginas de vitela escritas en latín, francés e inglés antiguo que contiene los 60 himnos que Ledrede quería que su clero cantara, así como una Carta Magna, una carta del rey Eduardo III, varios poemas e información legal como registros de impuestos y rentas. Sin embargo, ninguna de estas cuestiones lo hace peculiar. Su singularidad reside en el hecho de que esconde la receta más antigua registrada sobre la destilación del whisky.
Este manuscrito también menciona por primera vez el Aqua Vitae (agua de vida), palabras latinas que se tradujeron al gaélico como Uisce Beatha o Fuisce, y que derivó en la palabra whisky (whiskey en irlandés).
Bebida de monjes
Los historiadores creen que fue un grupo de monjes – bien de Oriente Medio o bien que habían peregrinado a esa zona - el que introdujo en la isla el proceso de destilación entre el siglo VIII y el siglo XI, pero la primera referencia escrita no se ha hallado hasta el siglo XIV, en el mencionado The Red Book of Ossory. Irlanda hizo suya esa receta y hoy en día es uno de los más reputados productores de whisky.

Kilkenny, situada junto al río Nore, es una de las ciudades medievales mejor preservadas de Irlanda. Presume del Kilkenny Whiskey Guild (Gremio del Whisky de Kilkenny), que reúne a una decena de establecimientos que ofrecen degustaciones de esta bebida, así como rutas para adentrarse en su historia, producción y variedad. En los itinerarios turísticos propuestos por la ciudad, se incluye una visita al Kyteler’s Inn, un famoso pub del siglo XIII, o a la destilería Ballykeefe, premiada internacionalmente.