
Charles Dickens es uno de los escritores más importantes de la historia de la literatura mundial, con obras como Oliver Twist, David Copperfield o Casa desolada. Su prosa, su humor, su retrato de la sociedad victoriana, la construcción magistral de los personajes... El escritor inglés, además, fue un ejemplo de sacrificio y perseverancia.

Nacido en 1812 en un suburbio cerca de Portsmouth, tuvo una infancia difícil: trabajaba 10 horas durante 6 días a la semana en la fábrica de betún Warren’s Boot Blacking Factory, mientras que los domingos visitaba a su padre en la cárcel —fue arrestado por tener múltiples deudas—. Le entregaba parte del sueldo y el resto a la dueña de la casa donde vivía con su familia. Estas experiencias sirvieron al autor para inspirar sus novelas y mostrar la cara más amarga de la sociedad londinense del siglo XIX.
Contexto de la novela y conceptos cristianos
Cuento de Navidad es la obra más famosa del escritor inglés. Escrita en tan solo seis semanas y publicada el 19 de diciembre de 1843, tiene su origen en un informe de la época sobre trabajo infantil y en el hecho de que las celebraciones navideñas tradicionales estaban en decadencia por presión de los sectores más puritanos del clero anglicano. Dickens decidió denunciarlo con un relato navideño que recuperara la tradición y denunciara la situación de los más pobres, faltos de esperanza. Con Cuento de Navidad, Dickens pone en valor la caridad, frente a las ayudas del estado, para paliar la situación de los más desfavorecidos. Dickens, con muchas referencias cristianas, ofrece la redención a su personaje protagonista, Ebenezer Scrooge, un prestamista egoísta y avaro, "la frialdad que tenía dentro había congelado sus viejas facciones", dice la gran presentación del personaje, que ha perdido la fe en la Navidad tras la muerte de su socio Jacob Marley en estas fechas. Scrooge, como buen estatista de hoy en día cree que la responsabilidad con el sufrimiento de sus congéneres sólo le corresponde a las administraciones públicas.

Otros de los personajes ya universales son el de Bob Cratchit —empleado de Scrooge— y su hijo enfermo y cojo, Tiny Tim, que representa la fragilidad e inocencia de la infancia. Además, estos personajes sirven como vía de liberación para Scrooge al ser un símbolo de la generosidad (uno de los términos odiados por el protagonista) en época navideña, de alegría cristiana y de compartir con los demás, sobre todo, con los más desfavorecidos.
Pasado, presente y futuro
A modo de narradores, Dickens utiliza tres Fantasmas (a modo de ángeles enviados a la Tierra, vestidos con túnicas) para contar la historia: el Fantasma del Pasado, Presente y Futuro. Además, algunas frases destacadas de estos personajes son "tenía un gran corazón" para describir a Fan, la hermana de Scrooge, que poco a poco va abriendo su corazón a los demás al reconocer sus errores, ya que por ejemplo, al verse a él mismo de pequeño en una sala, comienza a arrepentirse de no portarse mejor con los niños que cantan villancicos cerca de su casa. "Pobre muchacho" afirma Scrooge.

Los conceptos de "Ignorancia" y "Necesidad" también están en la obra, ya que el Fantasma del Presente se dirige de esta forma a un niño y una niña (de aspecto demacrado) respectivamente y advierte a Scrooge, "guárdate de los dos y de todos los de su género, porque en la frente lleva escrita la Condenación, a menos que se borre lo que lleva escrito" a lo que el avaro responde "no tienen refugio ni salvación".
Otro de los temas protagonistas del libro es la muerte, siempre presente y vinculada a la fe, y que incluso afecta al propio Scrooge y a los de su alrededor, en caso de no cambiar su actitud. En este sentido, Dickens concibe la vida como un premio, que es dado por sentado y que no es suficientemente valorado. De hecho, el Fantasma del Futuro va vestido de negro y simboliza la muerte, "iba envuelto en una prenda muy negra que le ocultaba la cabeza, el rostro, la forma y no dejaba nada visible, salvo una mano que llevaba estirada", dice la presentación del libro. Esta última aparición se encarga de mostrar la cara más amarga de la Navidad con el fallecimiento del pequeño Tim y el propio Scrooge, que se queda horrorizado al ver que nadie le echa de menos.
Éxito de ventas

Cuento de Navidad arrasó ya en su primera publicación, se vendieron más de 6.000 ejemplares antes de Nochebuena. El autor costeó los gastos del libro e insistió en que el diseño de las ilustraciones y la encuadernación fueran lujosas. Al año siguiente la editorial Chapman & Hall lanzó 15.000 copias que volvieron a agotarse. Es uno de los relatos más editados y traducidos del mundo. Algunas de las ediciones más destacadas son la de Charles E. Lauriat en 1924, época de la Revolución Industrial donde las empresas abrían en Navidad, ya que las fiestas no eran consideradas tan importantes, el prólogo del libro de G.K. Chesterton indicaba que las navidades se habían "convertido en simples detalles de un pasado olvidado, una parte de la historia o incluso de la arqueología… Tal vez la palabra villancico sonaría como la antigua palabra villanella". Otras ediciones más recientes son las que se publicaron en 2017: la editorial Nocturna contó con las ilustraciones de Quentin Blake (ganador del premio Hans Christian Andersen de la literatura infantil), y la de Michael Rosen (con ilustraciones de Tony Ross), escritor británico que se atrevió a adaptar el relato al siglo XXI. Además, las continuas ediciones mantienen las ilustraciones originales en tonos pastel y con un diseño muy delicado como la de Arthur Rackham en 2021.
El libro fue una auténtica sensación literaria, que sacó a Dickens de los apuros económicos que llevaba arrastrando por algunas de sus obras anteriores.
Conexión autor-novela
Cuento de Navidad fue una obra especial para Dickens. La sometió a continuas revisiones, lo que le llevó a escribir otras obras navideñas como Las campanas (1844), El grillo del hogar (1845), La batalla de la vida (1846) y El hechizado (1848). Hizo más de un centenar de lecturas dramatizadas de la obra entre 1853 y 1870, muchas con fines benéficos, para seguir transmitiendo su "filosofía navideña".