

Tiene 23 años y ocho novelas publicadas. Cuando llega a una firma, se encuentra con cientos de jóvenes que la vitorean, un fenómeno fan más típico del mundo de la interpretación. "Cada vez siento más vértigo por lo que está pasando, ver a esas chicas esperándome desde hace horas es muy surrealista. Estoy cumpliendo sueños que no sabía ni que tenía", nos dice a Libertad Digital Inma Rubiales, una de las escritoras de literatura juvenil más destacadas del momento. "Los jóvenes leen mucho, pero además de manera muy apasionada", defiende la joven extremeña acaba de publicar Nuestro lugar en el mundo (Planeta) .
Escribió su primer libro a los 15 años y lo publicó a los 17. Desde entonces, cree que ha "evolucionado mucho", mejorando la redacción y el estilo pero también la elección de los temas. "Mis inquietudes son distintas y mis lectores han madurado conmigo", asegura. Rubiales reconoce que el hecho de escribir para un público casi adolescente le despierta una presión añadida. "Aunque yo no escribo para educar, sino para entretener, tienes una responsabilidad. Aunque yo no quiera, mis libros mandan un mensaje. Pero me sale de forma natural. Yo no puedo escribir sobre una relación tóxica porque no está en mis valores. No puedo escribir un libro con un romance basado en la posesividad, los celos y el control porque para mi eso no es amor".
Los protagonistas de Nuestro lugar en el mundo son dos jóvenes que viven en Finlandia y que fueron personajes secundarios en una anterior novela. Son muy diferentes pero se ven obligados a fingir una relación. Por un lado está Luka, un chico "que pasó por un suceso muy traumático y se sumió en una vorágine de autodestrucción de la que se ha propuesto salir". Sueña con dedicarse a la música pero "la vida le ha ido truncando todos los sueños y se siente atascado, perdido". Por el otro lado está Nora, una chica "muy intensa que viene de una familia de médicos, pero que ha escogido un camino que no es el que sus padres quieren". "Lucha por ese miedo a decepcionarles y por eso miente haciéndoles creer que tiene una vida perfecta".
En esta novela hay mucha música y humor, pero, insiste la autora, "hay temas que invitan a la reflexión" como "el ser valiente en todos los sentidos para encontrar el propio camino y para pedir una segunda oportunidad".
Identificarse
Inma Rubiales cree que parte de su éxito para destacar ante unos lectores "tan difíciles" está en sus personajes, con los que es fácil identificarse. "Entre los 20 y los 30 años estás asentando las bases de tu futuro, es el momento de sentirse muy perdido en la vida y tienes miedo de coger el camino equivocado y arrepentirte. Cuando el lector ve sus propias inseguridades reflejadas en el personaje, siente cierto confort. Yo escribo de una manera muy sincera, hago mucha introspección, y creo que eso me permite conectar con mis lectores".
Hay institutos que incluyen algunas de sus novelas en las lecturas obligatorias. "Yo comencé a leer gracias a los libros de Geronimo Stilton. Ahora me encantan los clásicos y leo de todo. Puede que los jóvenes, con mis libros y con otros que les enganchen, también despierten ese amor hacia la lectura".
Lamenta que la novela juvenil, tanto new adult como young adult, no cuente con el mismo respeto que otros géneros. "Me toca un poco la moral que la gente desprecie mi literatura por ser para jóvenes. No me siento ofendida yo, porque esa gente no ha leído mis libros, sino que critica a los jóvenes, que leen muchísimo, y piensan que no tienen criterio o que su opinión vale menos. Creo que está cambiando, pero me duele mucho que les falte el respeto a esta comunidad tan fiel".
También reconoce que la mayoría de sus seguidores son chicas porque "el romance sigue teniendo ciertos prejuicios por parte de los chicos". "El amor es para todo el mundo, se están perdiendo libros muy buenos", se apena.

