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Fernando Benzo: "Nos hemos acostumbrado demasiado a convivir con mafias"

El escritor madrileño publica El Dragón Negro, una novela policiaca que indaga en el crimen organizado asentado en España.

El escritor madrileño publica El Dragón Negro, una novela policiaca que indaga en el crimen organizado asentado en España.
Fernando Benzo, autor de 'El Dragón negro' | Javier Ocaña

El escritor madrileño Fernando Benzo (Madrid, 1965) lo tiene claro: "España es un buen país para mafiosos". No porque nuestras autoridades sean permisivas, sino por las mismas razones que apreciamos el resto de ciudadanos de bien. "Es un país maravilloso para vivir, incluso para los malos. Prueba de ellos son las mafias del Este que han vivido encantadas en las playas de Málaga. No sé si somos el escenario perfecto para las grandes mafias internacionales, que operan fundamentalmente en África, pero el crimen organizado vive bien", asegura a Libertad Digital.

El autor, que ha ocupado distintos cargos en la administración pública como Director General de Deportes de la Comunidad de Madrid p secretario de Estado de Cultura, suele partir de la más cercana realidad para trazar el argumento de sus historias. En esta ocasión, ha querido adentrarse en las actividades del crimen organizado y las mafias chinas asentadas en España. El lujo y la violencia conviven en una gran red de narcotráfico, trata de personas y blanqueo.

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El Dragón Negro (Planeta) arranca con el asesinato a tiros de cinco rumanos. Todo apunta a un ajuste de cuentas de la mafia china. "Nos hemos acostumbrado demasiado a convivir con estas mafias. La propia protagonista se da cuenta de que nadie sabe los nombres de los cinco muertos porque a nadie le importa. Lo hemos normalizado, no nos impacta leer que han aparecido cinco rumanos o de cualquier otra nacionalidad tirados en una nave. A mí me parece algo terrible y algo impactante, pero es verdad que estamos bastante anestesiados".

Un "deje racista"

Se dan dos circunstancias que nos conducen a esta indiferencia. El hecho de que sean criminales y, además, extranjeros. "La sociedad, en su conjunto, padece de cierto deje racista. Tenemos microracismos. Si los cinco muertos fueran gaditanos llamarían muchísimo más la atención que cuando son rumanos. Pensamos ‘bueno, son cosas de otra gente’. Es uno de los elementos a denunciar en la novela, esa sensación de que nosotros llevamos nuestras vidas cómodas y apacibles, y esas cosas les ocurren a otros que han venido de otro país. Pero la verdad es que viven en nuestras mismas calles y ciudades, tienen el mismo derecho a la vida que todos nosotros. No podemos dejar de indignarnos".

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Fernando Benzo, autor de 'El Dragón negro' | Javier Ocaña

Desde el optimismo que le caracteriza, el escritor madrileño cree que cada vez somos menos racistas. "Solo hay que mirar cómo era la sociedad hace treinta o cuarenta años, creo que hemos avanzado. Los impulsos o reflejos racistas o machistas poco a poco se van atenuando. Al menos es lo que quiero pensar".

Novela policiaca clásica

Es su regreso a la novela policiaca, el "género que lo permite todo", desde conseguir acción e intriga, hasta ahondar en las historias personales de los protagonistas - incluidas las de corte romántico - y "la denuncia social y política". "Es un género que ha ido creciendo y el nivel de exigencia actual es muy alto", considera. Precisamente, El Dragón negro es un homenaje al "género más clásico", con dos policías clichés "con personalidades contrapuestas, que no se soportan y deben resolver un caso". Por un lado tenemos un inspector de Homicidios "bastante desastrado, con unos principios y una moralidad bastante discutibles" y una inspectora de Estupefacientes "muy cuadriculada, procedimental y legalista". Además, es una novela que avanza para "terminar muy lejos de cómo comenzó".

Confiesa que le encanta ambientar sus historias en Madrid, aunque en esta ocasión acompañará al lector hasta los arrozales de China y las minas congoleñas. El gran antagonista de esta historia es David Wang, un refinado villano al frente de un emporio criminal casi intocable. "No me gusta justificar a los villanos, pero me gusta que tengan un pasado y que uno entienda por qué su vida es como es. No me gustan los psicópatas o asesinos en serie que están mal de la cabeza. Cada vez disfruto más construyendo villanos y David Wang es un criminal, pero sus aventuras son muy interesantes literariamente".

Cultura china

Benzo se decantó por un mafioso asiático porque la cultura china "es enormemente desconocida para la mayoría". "Yo no sabía absolutamente nada", confiesa. "Vivimos en la misma ciudad, son nuestros vecinos y no sabemos nada de ellos. Los chinos forman parte de un sistema cultural del que no sabemos nada y eso nos hace ponernos muy a la defensiva. Que el villano sea chino no quiere decir, obviamente, que todos los chinos lo sean", aclara.

A este respecto, considera, por ejemplo, que sí es correcto dar la nacionalidad de un implicado en un acto criminal. "En la vida, cuando ocultas o tapas o algo, es cuando adquiere un tinte mucho más siniestro. El que haya un asesino chino o rumano no convierte a todos los chinos y rumanos en asesinos. A mí lo que me molesta es la generalización", asegura.

Benzo es un gran defensor de la policía española, que considera "extraordinaria". "Siempre tendemos a despreciar lo nuestro, que somos muy chapuceros, y tenemos una de las mejores policías de Europa. Prueba de ello es que hemos tenido en este país fenómenos como el terrorismo y mafias internacionales y se les va combatiendo con bastante eficacia. Los españoles deberíamos dejar de fustigarnos y sentirnos orgullosos de lo que tenemos".

La novela plantea una ambigüedad moral. Interpela al lector sobre si diferenciar el bien y el mal es lo realmente importante. "Nadie lo puede tener claro. Quiero que el lector se entretenga y se enganche, pero que cuando termine el libro se pregunte qué haría él y si es o no racista. Nuestros principios pueden cambiar si hacen daño, por ejemplo, a nuestra familia".

En la actualidad, Benzo es Secretario General de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). "Voy conociendo toda la cadena del libro y es interesantísimo. El libro es la principal industria cultural de nuestro país, es un sector con un crecimiento regular desde hace varios años". En su producción literaria encontramos otros títulos como Nunca fuimos héroes (2020), Los viajeros de la Vía Láctea (2021) y Los perseguidos, que recibió el Premio Azorín de Novela en 2023.

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