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La izquierda trata de hacer bandera del apagón de 20 minutos del Mad Cool tras el nacional de 12 horas

El incidente del Mad Cool, ya explicado por la organización, trata de convertirse en el emblema de un supuesto fracaso.

Iggy Pop en el Mad Cool | EFE

La izquierda mediática trata de hacer bandera de los problemas técnicos del Mad Cool. Una serie de apagones durante la jornada de Muse, Iggy Pop y Gracie Abrams que, cierto, oscureció un tanto la jornada, pero no impidio en ningún momento el disfrute del público. Los última hora de la cadena Ser y otros diarios de la esfera se esforzaron en convertir en categoría, la de incompetencia madrileña, una anécdota de minutos.

El sobrecalentamiento de un generador fue, según la orgenización, la causa del retraso de unos minutos del concierto de Gracie Abrams, que amenizó el rato a Capella para ir calentando motores.

El caso de Iggy Pop, en otro escenario, fue igualmente notorio, provocando que la banda parase de tocar. Unos minutos después y tras algún intento frustrado empezó el concierto, que no obstante "acabó en hora y sin mayores incidentes", tal y como reveló Felipe Couselo, colaborador musical y presentador de Prohibido contar ovejas en esRadio, presente en el concierto.

Un suceso ocurrido en muchos otros festivales que no ha provocado suspensión alguna, como tampoco pérdida o recorte sustancial de un solo concierto. Muse hizo el show completo y Weezer apenas tuvo que retirar una canción larga del suyo, aseguró Couselo a este diario.

Una molestia menor que la izquierda mediática trata de convertir desesperadamente en titular tras un apagón de doce horas a nivel nacional. Los fallos técnicos del Mad Cool, celebrado en la Comunidad de Madrid, un goloso titular imposible de evitar pese a la crisis eléctrica del pasado mes de mayo que se prolongó todo un día y provocó la pérdida de cinco vidas.

Los intentos de sobredimensionar el suceso destacan en redes sociales, pese a que otros usuarios ofrecen también el lado positivo: artistas como Gracie Abrams aprovecharon para mezclarse con el público durante esos minutos de (baja) tensión.

El público asistente, no obstante, se tomó el suceso con mucho más sentido del humor, subrayando que, paradójicamente, el Iberdrola Music en el que se celebra Mad Cool lleva el nombre de una de las grandes eléctricas. Una vez resuelto, no volvió a haber problemas

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