La fragata F105 Cristóbal Colón de la Armada española ha estado monitorizando en los últimos días las actividades de un grupo naval de combate ruso en el Mar Mediterráneo Oriental, exactamente, en el área situado en el Este de Chipre. Una actividad en la que la nave española no ha estado sola, pues lo ha hecho acompañada y apoyada por diversas embarcaciones militares y aeronaves de otros países aliados de la OTAN.
Fuentes del Estado Mayor de la Defensa han explicado que ese grupo ruso estaba compuesto por dos fragatas de la clase ‘Almirante Gorshkov’, una fragata de la clase ‘Almirante Grigorovich’ y por un submarino de la clase Kilo II, que se encontraban en la zona para efectuar diversos ejercicios navales. El buque español también detectó la presencia en la zona de varias aeronaves rusas, como cazas, helicópteros y aviones de patrulla.
Esta actividad de la F105 Cristóbal Colón forma parte de sus cometidos como buque integrado en la Agrupación Naval Permanente número 2 de la OTAN (SNMG-2), que tiene como misión la presencia de la Alianza Atlántica en una zona de especial interés, como son el Mar Mediterráneo o el Mar Negro. Una actividad que se ha intensificado de manera importante desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
La OTAN tiene cuatro grupos navales permanentes en los mares europeos para garantizar la libertad de navegación y mantener un adecuado nivel de disuasión. Dos de ellos, un grupo de escoltas (SNMG-1) y otro de cazaminas (SNMCMG-1) se ocupan habitualmente de patrullar las áreas del Mar del Norte y el Mar Báltico. Los otros dos, otro grupo de escoltas (SNMG-2) y otro de cazaminas (SNMCMG-2) se ocupan de las aguas del Mar Mediterráneo y el Mar Negro.