La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos promete recuperar los momentos de tensión interna entre socios de la OTAN vividos en su anterior mandato. Entonces la cuestión central sobre la que pivotaban las diferencias era el compromiso de que cada país destinara el 2 por ciento de su PIB a Defensa. Había grietas sobre la velocidad a la que se debía llegar o cómo había que presionar con los países que se encontraban demasiado lejos de esa cifra.
Ahora mismo el inquilino de la Casa Blanca regresa a su puesto en Washington en pleno debate en la Alianza Atlántica sobre la necesidad de elevar las partidas nacionales destinadas a la Defensa hasta al menos el 3 por ciento del PIB. Una discusión iniciada hace un par de meses y que tendría como límite temporal 2030. Y frente a eso ha llegada la afirmación de Donald Trump de que esa cifra debe aumentar hasta el 5 por ciento, un dato que no alcanza ningún aliado, ni Estados Unidos.
Este pasado 2024 era la fecha clave para alcanzar el 2 por ciento comprometido en la cumbre de Cardiff (Reino Unido) de 2014. Todavía no hay datos oficiales sobre el nivel de cumplimiento de los socios, que se espera que se conozcan en el tercer o cuarto mes de este 2025. Las únicas cifras disponibles son los datos oficiales de inversión en Defensa del año 2023 y las proyecciones que realizó la OTAN para este 2024.
La realidad del año 2023 fue que once países de la Alianza se encontraban ya por encima de la baremo del 2 por ciento del PIB comprometido (Polonia, Estados Unidos, Grecia, Estonia, Lituania, Finlandia, Letonia, Reino Unido, Hungría, Eslovaquia y Dinamarca) y otros cuatro se encontraban muy cerca (Francia, Bulgaria, Noruega y Croacia), superando su inversión en Defensa el 1,75 por ciento de su PIB.
La proyección OTAN sobre el pasado 2024 decía que 23 de los 31 aliados iban a cumplir -nunca se tiene en cuenta a Islandia, pues no tiene ejércitos- con el compromiso del 2 por ciento. Se trata de Polonia, Estonia, Estados Unidos, Letonia, Grecia, Lituania, Finlandia, Dinamarca, Reino Unido, Rumanía, Macedonia del Norte, Noruega, Suecia, Bulgaria, Alemania, Hungría, República Checa, Turquía, Francia, Países Bajos, Albania, Montenegro y Eslovaquia.
España no se encuentra en la lista de los países que cumplir el compromiso del 2 por ciento ni está entre los que están cerca de cumplirlo. Los datos oficiales del año 2023 situaban a España como el antepenúltimo país en inversión en Defensa con un 1,29 por ciento del PIB. La proyección para 2024 era aún más catastrófica, pues sitúa a España en el último lugar con el 1,28 por ciento del PIB, creen que no aumentará su inversión en Defensa ni en consonancia con el incremento de su PIB.
La intención del Gobierno es llegar al 2 por ciento en los presupuestos de 2028-2030, es decir, con entre cuatro y seis años de retraso, pues el compromiso era alcanzar esa cifra el pasado 2024. Y si en la próxima cumbre de la OTAN de Países Bajos se alcanza el compromiso de llegar al 3 por ciento en 2030, es posible que España llegue al compromiso del 2 por ciento para 2024 cuando la gran mayoría de socios alcancen o superen ya el 3 por ciento.