
La ministra de Defensa, Margarita Robles, vivirá por primera vez una manifestación de militares en su contra. La misma ha sido anunciada en las últimas horas por la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), una de las asociaciones profesionales con representación en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS) y que está enfrentada con el Ministerio de Defensa a cuenta de su polémico acuerdo de formación con la empresa Desokupa.
La asociación hace un llamamiento a los militares para que "estén atentos a la próxima convocatoria de movilización, en respuesta a la grave situación salarial y profesional que atraviesan" y pide al resto de asociaciones profesionales que estén representadas en el COPERFAS que se unan a la convocatoria para para "dar un paso al frente" porque "solo a través de la unidad y la reivindicación podremos dignificar una profesión que ha sido continuamente olvidada por los gobiernos de turno".
"Las bajas retribuciones, un modelo de carrera que no satisface las expectativas profesionales y es parcheado continuamente, lastrando a la escala de tropa y marinería con la mayor tasa de temporalidad en la función pública, una profesión no reconocida como de riesgo, unas asignaciones a los reservistas de especial disponibilidad (RED) que finalizan antes de su pase a la edad de jubilación y una Ley de Derechos y Deberes que intenta hacer inoperantes las asociaciones profesionales y vaciar de contenido el COPERFAS, exigen un cambio urgente en la política del Ministerio de Defensa", mantienen desde la asociación.
"Es imprescindible un cambio radical en la política del Gobierno hacia sus militares. A lo largo de los años, los gobernantes, sin excepción, han priorizado a los poderosos e ignorado a los débiles. Esto se evidencia en el trato favorable a las aseguradoras de Muface, que recibirán más fondos para evitar el colapso que supondría el pase de los funcionarios a la Seguridad Social, y a las empresas de armamento, que acaparan el aumento presupuestario en Defensa. Sin embargo, se ha mostrado una total intransigencia hacia el personal militar, que ha sido utilizado y olvidado tras la pandemia y el volcán de La Palma, y que sufrirá el mismo destino tras la DANA si no lo evitamos", añade.
Hay que recordar que los militares no tienen derecho de sindicación, pero sí tienen reconocido el derecho a formar asociaciones profesionales. Las Fuerzas Armadas españolas están compuestas por unos 120.000 efectivos, de los que menos de 16.000 están dados de alta en una asociación, es decir, menos del 15 por ciento, según las declaraciones responsables que las propias asociaciones entregan al Ministerio de Defensa, lo que denota una baja implantación en el seno de las FAS.

