
Pedro Sánchez ha liberado su agenda y no ha asistido al Congreso de CCOO que hoy debería inaugurar. Un plantón que se produce cuando las investigaciones sobre corrupción cercan a su partido y al Gobierno. Fuentes del Ejecutivo aseguran que esta cancelación se debe a que está trabajando en La Moncloa y ponen como ejemplo la carta que este jueves ha remitido al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y que sirve como anticipo a la cumbre de la organización atlántica que se celebrará la próxima semana en La Haya.
A cambio, ha propuesto pasar el gasto en defensa de un 2% a un 2,1%. Una propuesta raquítica para el resto de países. La misiva se produce como respuesta a otra remitida por Rutte en la que ha pedido por carta a todos los socios de la Alianza que incrementen hasta el 5% de su PIB la inversión en defensa. Una exigencia del gobierno de Trump y del resto de países nórdicos de la UE o de Polonia
"España no puede comprometerse en esta Cumbre con un objetivo específico de gasto en términos de PIB", ha añadido Sánchez defendiendo que necesitarán un gasto del 2,1% "para adquirir y mantener todo el personal, el equipo y las infraestructuras requeridas por la Alianza". Más allá, como el objetivo del 5%, sería "irrazonable y contraproducente ya que nos alejaría del gasto óptimo y dificultaría los esfuerzos actuales de la UE para fortalecer su ecosistema de seguridad y defensa". En la misiva, el presidente del Gobierno ha llegado a augurar que, si se llega al 5% del PIB, se producirá "una desaceleración económica, presiones inflacionistas y desinversión en actividades que tienen un efecto multiplicador mayor que el gasto en defensa".
El jefe del Ejecutivo ha señalado que el aumento demandado es "incompatible" con el Estado de bienestar y la visión del mundo de los españoles. Sánchez ha llegado a afirmar que esto "alejaría a España del gasto óptimo y dificultaría los esfuerzos de la UE para fortalecer su ecosistema de seguridad y defensa"

