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La guerra en Ucrania y la era Trump abren el debate en Suiza sobre su neutralidad y la entrada en la OTAN

El nuevo referéndum sobre neutralidad ha abierto una discusión histórica sobre seguridad, alianzas militares y el alcance real de su neutralidad.

Helicóptero de la Fuerza Aérea de Suiza. | VBS - DDPS

Suiza ha reabierto un debate que parecía cerrado desde hace tiempo: el alcance real de su neutralidad. La guerra en Ucrania, el deterioro de la seguridad europea y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca han provocado una reflexión interna sobre si el modelo actual sigue siendo viable. Los medios locales recogen en estos días noticias sobre un debate que no es marginal y se está dando en el Gobierno, partidos políticos y opinión pública.

La piedra angular sobre la que gira este debate es el referéndum previsto para 2026 sobre la llamada "Iniciativa de Neutralidad". La propuesta, impulsada por sectores conservadores, busca blindar constitucionalmente una neutralidad "perpetua y armada", prohibiendo la adhesión a alianzas militares como la OTAN. Sus promotores consideran que cualquier ambigüedad actual expone al país a presiones externas y riesgos estratégicos.

El Gobierno suizo mantiene una posición crítica con esa iniciativa. El Consejo Federal defiende que una neutralidad demasiado rígida limitaría la política exterior y la capacidad de reacción ante crisis internacionales. Al mismo tiempo, se ha abierto paso un debate intermedio: reforzar la cooperación con la OTAN sin llegar a ser miembro. Medios como Swissinfo y The Swiss Times subrayan que esta opción gana apoyos entre sectores centristas y liberales.

Las encuestas reflejan una sociedad dividida, aunque con matices claros. El estudio Security del ETH (Escuela Politécnica Federal, por sus siglas en alemán) de Zúrich, citado por Swissinfo, muestra que una amplia mayoría sigue apoyando la neutralidad política, pero también que más de la mitad de los suizos ve con buenos ojos estrechar la cooperación política y militar con la Alianza Atlántica.

El respaldo a una adhesión plena, sin embargo, sigue siendo minoritario, pero también empieza a crecer entre los suizos. En la última década el apoyo en Suiza a la entrada en la OTAN ha estado en torno al 20-23 por ciento de apoyo según las anteriores encuestas Security, pero en la última edición de la misma ese porcentaje poblacional se ha elevado hasta aproximadamente el 30 por ciento de la población helvética.

Este debate político se produce, además, en un momento especialmente significativo. El propio Gobierno suizo ha hecho público hace unos días que el país y la OTAN han definido ya los objetivos de su cooperación para el periodo 2025-2028. Según informó el Departamento Federal de Defensa (VBS), esta hoja de ruta se encuadra en el Partenariado por la Paz y busca reforzar capacidades defensivas sin comprometer formalmente la neutralidad.

El Ejecutivo subrayó que este marco de cooperación no es jurídicamente vinculante y no implica una adhesión del país helvético a la Alianza Atlántica, pero sí profundiza la interoperabilidad y el intercambio en ámbitos militares específicos como la defensa aérea, la resiliencia ante situaciones de crisis, el espacio o la ciberseguridad.

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