El piloto británico se sincera en una entrevista con el diario As justo antes de marcharse de vacaciones, donde espera aprovechar el tiempo más posible para volver con las pilas cargadas de cara al GP de Bélgica. El Mundial lo ve como una quimera, pero no pierde la fe.
Lewis Hamilton se ha deshecho en elogios hacia su némesis Fernando Alonso, al igual que hizo el piloto asturiano hace unos días. Compañeros y enemigos en McLaren, ahora se admiran y se respetan: "Fernando es un piloto muy, muy rápido, con un extraordinario talento y una velocidad pura increíble. Aprendí mucho de él como piloto, pude mejorar mi pilotaje gracias a tenerle como compañero", reconoce el inglés.
Sus problemas con Alonso durante esa época le hizo ganarse la enemistad de gran parte de la afición en España, aunque Hamilton no lo cree así: "Nunca me he sentido odiado en España. Es normal que la afición quiera que gane Fernando, pero cada año me siento más cómodo en su país".
Sus actuaciones dentro de su monoplaza de Fórmula Uno también han sido controvertidas este año, ya que se ha ganado numerosas sanciones debido a su agresivo pilotaje. Sin embargo, Hamilton está orgulloso de su forma de conducir: "No veo la agresividad como algo negativo, como algo que tengo que cambiar, sino como mi fuerte".
El futuro lo sigue viendo en McLaren, donde espera seguir mejorando. De momento, la escudería de Il Cavallino Rampante no es una opción: "No entra en mis deseos pilotar un Ferrari en estos momentos, pero nunca se sabe lo que puede suceder en un futuro"
Por último, en su lado más personal, Hamilton reconoce el riesgo que lleva implícito su profesión: "No temo a la muerte, pero soy consciente de que está ahí, es una posibilidad"