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Nadal defiende su penúltima fortaleza

El Masters 1000 de Montecarlo da el pistoletazo de salida a la temporada de tierra batida.

El tenista mallorquín inicia la defensa de un torneo que ha ganado en siete ocasiones, la última el año pasado. De hecho, la victoria de 2011 fue la única que pudo celebrar en un Masters 1000, tras perder en cuatro finales contra Novak Djokovic. El serbio no jugó en 2011 y será su principal escollo durante el torneo.

Montecarlo es un lugar especial para Nadal. El propio tenista lo reconoce y sus gestos así lo aseguran. En 2010 rompió una racha de un año sin ganar un torneo y su cara se bañó en lágrimas. Después, firmó una de sus temporadas más brillantes.

El español afronta el torneo sin dolor en su rodilla, pero con poco entrenamiento. El mallorquín no suma ningún título esta temporada, ya que perdió la final del Abierto de Australia y no pudo alcanzar ninguna final en la gira americana, en Indian Wells y en Miami.

Ahora, afronta la gira de tierra batida, su favorita, con el número dos en juego. Rafa Nadal defiende título en Montecarlo y en París, así como final en Madrid y en Roma. Roger Federer aguarda al acecho para quitarle el número dos si Nadal baja el ritmo mostrado en la arcilla en años anteriores. La temporada pasada, de hecho, el suizo ya demostró que está en forma en tierra batida, llegando a la final de Roland Garros.

El primer escollo será el Principado, donde el año pasado pudo ganar una vez más, pero sin la presencia de Nole. El serbio, evidentemente, será el principal coco del mallorquín. Nadal, de momento, iniciará su andadura con el finlandés Jarkko Nieminen, al que siempre ha derrotado. El test de Montecarlo será crucial para saber en qué punto físico y mental está Nadal. La final contra Djokovic será la esperada y la deseada, sobre todo si hay revancha.

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