El sueco Zlatan Ibrahimovic ha necesitado sólo tres minutos para marcar su primer gol como jugador del París Saint Germain.
Tras recibir un balón dentro del área del centrocampista francés Jerémy Menez, lo controló con la derecha, rompió con un quiebro impecable a su marcaje, y se pasó el esférico al pie izquierdo para rematar potente, raso y colocado al poste derecho del marco defendido por el portero Bill Hamid, que nada pudo hacer por evitar el gol.
El jugador, que ha protagonizado el traspaso millonario del verano en el fútbol mundial al fichar por el PSG demostró que llega a su nuevo equipo para ser también la figura y su líder indiscutible. Sin embargo, el conjunto francés, a pesar de los 200 millones de euros que se ha gastado en fichajes, demostró que bajo la dirección del técnico italiano Carlo Ancelotti le queda un largo camino que recorrer.
También quedó demostrado que, al menos en Estados Unidos, Ibrahimovic no es un jugador mediático y la mejor demostración quedó reflejada en la pobre asistencia de sólo 13.176 espectadores que acudieron a presenciar el partido y, sobre todo, a ver a las figuras latinoamericanas que ahora están con el jugador sueco como son los argentinos Ezequiel Lavezzi y Javier Pastore.
Aunque el PSG tuvo oportunidades para ganar el partido, al final debió conformarse con un empate después que el internacional canadiense, el centrocampista Dwayne De Rosario marcó de penalti en el minuto 33 el gol que sería el 1-1 definitivo.
Las estrellas del conjunto galo, encabezadas por Ibra, no pudieron aprovechar el mayor dominio y control del balón, y sólo en los primeros minutos sorprendieron al DC United, que poco a poco fue entrando en juego se le quitó el "miedo" al rival y lo trató de tú a tú.
El gol del PSG también sirvió de revulsivo para que la ofensiva del United comenzara a tratar de abrir espacios en el candado defensivo de cuatro hombres que plantó Ancelotti, entre ellos el central uruguayo Diego Lugano.
Cuando mejor jugaba el DC United, la lluvia hizo acto de presencia, además de una tormenta con descargas eléctricas que obligó al árbitro John McCloskey a suspender el partido por más de media hora.
El aplazamiento temporal afectó al juego del DC United, que en la reanudación ya no fue igual. Tampoco el PSG. Ambos conjuntos se mostraron poco motivados e inspirados de cara a ofrecer el resto del partido un buen espectáculo futbolístico.
Tal y como la había anticipado Ancelotti, Ibrahimovic salió del partido después de haber disputado los primeros 40 minutos y dio entrada en su lugar a Guilaume Hoarau. Reanudadas las acciones en la segunda parte, el PSG amplió aún más su ofensiva y lo propio hicieron los jugadores del DC United, pero sin que fuesen capaces de volver a marcar.
