
El Barcelona Regal, jugando a tirones y con Brad Oleson asumiendo responsabilidades ante la ausencia de Juan Carlos Navarro, venció con autoridad por 62-79 en la pista del UCAM CB Murcia y encadena su décimo tercer triunfo consecutivo entre la Liga Endesa, la Euroliga y la Copa del Rey.
El conjunto dirigido por Xavi Pascual no acusó la incomparecencia de su líder, nuevamente de baja por molestias físicas, y, aunque se encontró con un rival combativo mientras le duró la gasolina, se comportó de forma incontestable para seguir demostrando que en muy poco se parece a ese equipo dubitativo y sin reacción que era hace un par de meses, sobre todo cuando Navarro se veía obligado a descansar.
El Barça de hoy es un conjunto fiable y con confianza y así se vio en Murcia. Logró llegar al último cuarto como si de mero trámite se tratase, pues la resistencia del UCAM ya se había agotado y el interés se centró en saber cuál sería la diferencia con la que el Barcelona ganaría el encuentro.
Victoria también para el CAI Zaragoza. Logró un triunfo de mérito y con solvencia ante el Valencia (76-62), uno de los mejores equipos de la Liga al que igualó en la clasificación. El conjunto aragonés salió airoso de un partido en el que las defensas predominaron sobre los ataques.
La fuerte presión defensiva que imprimían ambos conjuntos sobre su oponente espesó el juego ofensivo, que registró muchos fallos en los lanzamientos, así como pérdidas de balón. Sin embargo, los locales, algo más efectivos en el tiro, se colocaron por delante en el electrónico desde el inicio.
Por otra parte, el Caja Laboral reencontró el camino de la victoria tras doblegar al Herbalife Gran Canaria, 85-74, tras un gran último periodo, lo que, además, le asienta en la segunda plaza de la clasificación.
Un parcial de 9-0 en el último cuarto pasando de 66-62 a 75-62 a falta de menos de cuatro minutos para el final fue fundamental para el cuadro local.
Los grancanarios hicieron un buen trabajo durante muchos minutos y estuvieron peleando y plantando cara al Baskonia, pero en el momento de la verdad y cuando se tuvo que decidir el partido sufrieron un inoportuno apagón ofensivo que les condenó y truncó cualquier posibilidad de triunfo en el Buesa Arena.
