Enorme escándalo en la CBA, la liga china de baloncesto, que podría llevarse por delante además el prestigio de dos leyendas de este deporte en aquel país. En plena disputa de los ‘playoffs’ en la competición asiática, la federación nacional ha dado un golpe sobre la mesa tras detectar un posible amaño de partidos durante las eliminatorias por el título.
Concretamente, la decisión adoptada ha sido la de descalificar a los Shanghai Sharks y a los Jiangsu Dragons de la competición, después de que ambos equipos se cruzaran en los octavos de final con triunfo para los Sharks por dos partidos a uno. Sin embargo, la Comisión Disciplinaria y de Ética de la CBA ha acusado de "falta de esfuerzo" a ambos equipos, lo que ha derivado en su descalificación.
La investigación arranca con el primer partido de la serie, que acabó con cómoda victoria local de los Shanghai Sharks por 119-95. Sin embargo, parece que, según las pesquisas, la sanción de tres partidos a una de las estrellas del equipo, el ex NBA Eric Bledsoe, llevó al técnico de los Sharks, Li Chunjiang —miembro del equipo olímpico de China en Barcelona’92 y con una reputada carrera en los banquillos, habiendo ganado siete títulos de la CBA— a ‘negociar’ con su rival —concretamente con el general manager, Shi Linjie— que los dos siguientes encuentros de la serie se resolvieran con triunfos locales. De ese modo, Shanghai avanzaría hasta los cuartos de final, Jiangsu se llevaría una alegría ante sus aficionados y los Sharks se plantarían en la eliminatoria previa a semifinales con Bledsoe de vuelta tras cumplir su sanción, que se produjo durante el último encuentro de la liga regular.
Lo cierto es que, efectivamente, Jiangsu Dragons se impuso en el segundo duelo por 97-90, mientras que Shanghai remató la serie como local al imponerse por 108-104, en lo que, a priori, parecía un plan perfecto para las aviesas intenciones de Li Chunjiang y Shi Linjie. Sin embargo, la resolución del tercer partido hizo tener la mosca detrás de la oreja al Comité de Ética de la CBA. Y es que, a falta de menos de dos minutos, Jiangsu dominaba en Shanghai por 96-100 y rozaba la sorpresa en la serie, con Li Chunjiang claramente nervioso en el banquillo local. Pero a partir de ese momento, algunas extrañas decisiones desde el banquillo visitante y varias pérdidas de balón poco explicables supusieron la remontada local y la, en principio, clasificación de Shanghai para los cuartos de final. Según ha concluido la investigación, en ese momento crítico, Shi Linjie recordó al entrenador visitante —Li Nan, una celebridad en el país que defendió la camiseta de China como jugador en cuatro Juegos Olímpicos— que debía dejarse perder, según lo supuestamente acordado. La indicación tuvo efecto inmediato y acabó derivando en un descalzaperros visitante y la remontada local.
Ahora, a las puertas del inicio de los cuartos de final, la CBA ha descalificado a ambos equipos, eliminando todos sus resultados deportivos de la temporada 2022/23. Igualmente las dos entidades han sido multadas con cinco millones de yuanes (casi 700.000 euros). Además, Li Chunjiang y Shi Linjie han sido sancionados con cinco años al ser considerados los principales impulsores del amaño, mientras que Li Nan y Jiang Yusheng —general manager de Shanghai— también afrontan una restricción de tres años en actividades relacionadas con el baloncesto. La última decisión adoptada por la liga ha sido la de clasificar a los Shenzhen Aviators, teórico rival de Shanghai en el cruce de cuartos, hasta las semifinales.
Cabe reseñar que, en las dos últimas décadas, la CBA es una de las competiciones más pujantes del universo baloncesto. Económicamente, su potencial es muy superior al de cualquier liga europea, lo que hace que numerosos nombres relevantes —como el propio Eric Bledsoe, o anteriormente muchos otros como Stephon Marbury o Luis Scola—, la elijan cuando las puertas de la NBA se les cierran. Sin embargo, siempre ha existido sobre ella cierto runrún sobre situaciones como la que, ahora, parece haberse confirmado entre Shanghai Sharks y Jiangsu Dragons. Un auténtico escándalo que también pone en entredicho lo que hasta el momento eran dos brillantes carreras en el baloncesto chino, como las de Li Chunjiang y Li Nan, y que ha obligado a la CBA a imponer sanciones ejemplares.