Moyá y Ferrer, en el partido estelar ofrecieron un tenis con momentos brillantes y en el que se empeñaron en hacer buen juego y en divertir a los casi dos mil aficionados que se dieron cita en el pabellón municipal de San Pablo, sobre todo a partir del sexto juego, en el que destiló el mejor tenis. Al final Ferrer inclinó la balanza a su favor en la primera manga con un 7-6 (6).
En el segundo set, Ferrer mantuvo su servicio ante un Moyá que volvió a dejar "sus pinceladas" ante la potencia y seguridad desde el fondo de la pista del alicantino de Jávea, para conseguir la clasificación de semifinales en la que se enfrentará al vencedor del duelo entre Albert Montañés y Pablo Andújar.
Con un "hasta luego y gracias" Moyá se despidió, en medio de una atronadora ovación, de su público, el que le acompañó en el éxito en la Copa Davis en la Isla de la Cartuja, en Sevilla.
Previamente al partido, Carlos Moyá había participado en un seminario, junto a la jugadora María José Martínez, ante decenas de escolares andaluces en las instalaciones del Centro Especializado de Alto Rendimiento de Remo y Piragüismo de la Isla de la Cartuja, en la capital andaluza.