
Está considerado como un desplazamiento histórico. Unos 70.000 aficionados han comenzado a inundar la A-5 con destino a la final de la Copa de Europa. La autopista que conecta Madrid con Lisboa es ya un trasiego de camisetas, bufandas y mucha ilusión por conquistar el viejo continente.
La Dirección General de Tráfico prevé que unos 15.000 vehículos realicen el trayecto entre ambas capitales. La carretera es principal opción de los aficionados, aunque las líneas aéreas también han notado un repunte importante en el número de plazas vendidas. Se espera que el grueso de aficionados emprenda el viaje a partir de las tres de la tarde de este viernes. Más de 300 agentes de tráfico de la Guardia Civil y dos helicópteros de la Dirección General de Tráfico vigilarán la autovía de Extremadura y tratarán de evitar que los ultras de ambas aficiones coincidan en el viaje. Sí podrán hacerlo el resto de seguidores de ambos equipos.
Los aficionados del Real Madrid que vayan en coche podrán aparcar en el Parque Tecnológico y los del Atlético en la Feira Popular, mientras que se han habilitado dos zonas de aparcamiento para los autobuses que lleguen a Lisboa sin pase oficial ni entradas.
No habrá pantallas gigantes
La administración portuguesa espera la llegada de entre 40.000 y 70.000 hinchas del Real Madrid y Atlético, una horquilla que supera con creces la capacidad del estadio Da Luz de la capital lusa. Sólo 34.000 afortunados podrán vivir el partido en las gradas, el resto tendrá que buscar alternativas, para alegría de los locales de restauración lusos. Finalmente, no habrá pantallas gigantes en las Fan Zone, por "cuestiones de seguridad", según ha explicado la organización, motivo esgrimido también por la policía lusa. De este modo, los que no tengan pase para la final, tendrán que optar por bares y restaurantes de la zona.
Por su parte, Renfe dispondrá de trenes especiales -a partir de la noche del viernes- con trayecto de vuelta tras el pitido final. Esta oferta se suma a la tradicional oferta del Trenhotel Lusitania.
Despliegue también en Lisboa
Una vez en Lisboa, hasta 5.000 efectivos de las fuerzas de seguridad portugueses podrían entrar en acción en caso de que se produzca una situación "de gran intensidad". Estarán repartidos en cuatro áreas de acción para no dejar desatendida a la población y a los visitantes: policías de tráfico, unidad de intervención para las hinchadas radicales, investigación delictiva y patrulla.
También irán a la capital portuguesa diez agentes de la Policía Nacional, divididos en dos delegaciones, una para cada equipo, que acompañarán y controlarán a los seguidores. También habrá dos policías en el aeropuerto.
El Consulado de España en la capital lusa abrirá desde las nueve de la mañana del sábado hasta las ocho de la tarde del domingo para cubrir las necesidades de los españoles desplazados a Lisboa y ha habilitado varios teléfonos de urgencias: 351 21 322 05 00; 351 917 267 402 ó 351 21 347 23 81.

