
El Manchester City de Pep Guardiola pasó por encima de un Real Madrid que no compareció en el Etihad Stadium. Solo Courtois sostuvo a un equipo que perdió 4-0, pero que pudo llevarse una media docena de goles. Un encuentro que ha levantado ampollas en el seno del Real Madrid y que podría tener consecuencias.
Guardiola dio un baño táctico a Ancelotti
El City, que uno por uno no es superior al Real Madrid, dio un auténtico baño colectivo al conjunto merengue. Carlo Ancelotti repitió alineación con respecto al encuentro de ida del Santiago Bernabéu con el único cambio de la entrada de Militao por Rüdiger -el teutón había sido el mejor en la ida, pero el italiano no tuvo personalidad para sentar a uno de los pesos pesados-. Tampoco valoró que, en un encuentro donde el City te va a someter de inicio robándote la pelota, el equipo podría necesitar mucho más músculo en el centro del campo.
El City logró aprovechar los espacios que dejó un equipo merengue que salió muy aculado y demasiado pendiente, como en la ida, de Erling Haaland. El espacio clave, los pasillos interiores, que se formaban entre laterales y centrales, ya que ni Alaba ni Militao basculaban para ofrecer ayudas a Carvajal y Camavinga, fue ocupado por Gundogan, De Bruyne, Grealish y Bernardo Silva -ambos estuvieron mucho más verticales que en la ida-, y el Madrid sufrió una violación futbolística importante.
Guardiola salió con un 3-2-4-1 con balón, con un dominio absoluto en los primeros 30 minutos. Stones subía a la sala de máquinas para acompañar a Rodri lo que permitió a De Bruyne y Gündogan soltarse posicionalmente, generando constantes dos contra uno contra Carvajal y Camavinga y ahogar al Madrid en la presión cuando recuperaban la pelota.
El centro del campo hizo aguas. Toni Kroos no puede jugar de ancla un partido en el que el rival tiene la mayoría de la posesión, no tiene el dinamismo necesario para llegar a las ayudas, Luka Modric firmó el peor partido que se le recuerda en el Madrid y Fede Valverde estuvo completamente superado. Cuando el Madrid decidió ir a presionar al City lo hizo de manera deslavazada y dejando claro, una vez más, que el equipo no está nada trabajado en este aspecto. ¿El resultado? El Madrid fue un esperpento. Sufrió sin balón y cuando lo recuperaba, lejísimos de la portería rival, le duraba poquísimo gracias al enorme trabajo de presión del Manchester City.
El City tuvo el balón, más del 70% de posesión en la primera parte, en campo contrario y lo manejó con precisión y una gran velocidad de circulación. Fue un festival de pases y triangulaciones, de aceleraciones y controles perfectos, de movimientos tácticos e inteligentes como el de John Stones, que pasa de central a mediocampista en cada una de las jugadas de ataque.
El primer tiempo terminó 2-0 por la milagrosa actuación de Courtois, pero la sensación de superioridad del City fue abismal. Guardiola le ganó la partida a un Ancelotti que se le vio muy superado en el banquillo.
Sin reacción al descanso
El Madrid puso algo de orgullo al inicio de la segunda parte. El partido se igualó, pero los merengues no llegaron a inquietar a Ederson y el tanto en propia puerta de Militao -increíble como defendió esa falta lateral el Real Madrid con la línea defensiva situada en la frontal del área grande y Carvajal enganchado dos metros por detrás para romper el fuera de juego- finiquitó el partido. El cuarto gol, obra de Julián Álvarez en el primer balón que tocó, no hizo más que ratificar la enorme diferencia futbolística que se vivió ayer en el Etihad. El Madrid salió desconectado, sin intensidad y, extrañamente a lo que nos tiene acostumbrados, jamás consiguió ser competitivo.
Ancelotti queda tocado por su falta de recursos tácticos, su amor a las jerarquías inquebrantables y su nula reacción. Su primer cambio, a pesar del baño, no llega hasta el minuto 62. Veremos si no le pasa factura al italiano, ya que hay voces autorizadas en la cúpula merengue que llevan toda la temporada calentando la oreja de Florentino Pérez recomendando un cambio en el banquillo, ya que no ven idóneo a Carlo como el entrenador que tenga que dar el paso para el cambio de ciclo que se viene en el Madrid.
Jugadores que no dieron la talla
Karim Benzema es el actual Balón de Oro y uno de los máximos responsables del doblete del Real Madrid la pasada campaña. Sin embargo, el galo lleva tiempo con la luz roja de la reserva encendida. Esta temporada, con el Mundial de por medio, ha sido muy mediocre. Un jugador fundamental que no ha aparecido en muchos momentos y que pide a gritos un relevo.
Luka Modric y Toni Kroos dejaron claro ayer, por si alguien tenía alguna duda, que no pueden jugar juntos partidos de esta exigencia física. Ancelotti no fue capaz de poner más músculo con Camavinga o Tchouaméni en un partido que pedía a gritos físico en la sala de máquinas. El croata y el teutón son dos jugadorazos aún muy aprovechables, pero deben jugar 30 o 40 partidos por temporada y no los 60 que les da el técnico italiano que es un obsesivo de las jerarquías. ¿Deben seguir? Por supuesto. ¿Deben ser titulares indiscutibles en partidos importantes? No. En este caso, a diferencia del problemón que tiene el Madrid en la posición de Benzema, sin alternativa, el Madrid tiene recambios para ambos, el problema está en que el entrenador no los utiliza. Ahí surge la duda. ¿Será capaz de sentarlos Carlo en duelos vitales la próxima temporada, o morirá con sus ideas?
Carvajal y Camavinga dejaron una evidencia que lleva mucho tiempo llamando a la puerta del Real Madrid. Ambos laterales deben ser reforzados la próxima temporada. Un equipo como el Madrid no puede permitirse jugar una semifinal de Champions con un lateral derecho que firma cinco partidos buenos por temporada y que lleva años sin poner un buen centro y con un jugador como Camavinga que es TOP en el centro del campo, pero que de lateral queda expuesto en tareas de intendencia en partidos de máxima exigencia. El Madrid necesita dos lateral, uno por cada banda, con mucha urgencia.
Planificación deportiva
Llegamos al meollo de la cuestión. Ancelotti y los jugadores son culpables del desastre de Manchester, pero el máximo responsable de firmar una temporada discreta -el Barcelona te ha barrido en Liga y el City te ha humillado en Champions- es el director deportivo. Juni Calafat y José Ángel Sánchez han hecho infinitas cosas bien en los últimos años, pero esta temporada han pecado de conformismo en la planificación deportiva. El Madrid tiene una plantilla corta en la que faltan piezas importantes: dos laterales, un extremo derecho y un delantero centro y en la que sobran jugadores que son como fantasmas. Nunca aparecen. Mariano, Hazard, Vallejo y Odriozola no han contado en toda la temporada para Carlo Ancelotti. La equivocación en el fichaje de Luka Jovic -65 millones tirados a la basura- ha pasado demasiada factura. Mejor no arriesgar con apuestas y quedarse como estamos, pensaron. Era lo más fácil -si no ficho, no me puedo equivocar-, pero ha supuesto un tremendo error. Con Benzema desconectado y lejos de su mejor forma toda la temporada, la falta de un ‘9’ ha penalizado a un equipo que durante buena parte del curso pedía a gritos una alternativa en el extremo derecho. Antes de la entrada de Rodrygo al once, el único recurso del Madrid en ataque eran balones a Vinícius.
Otro puesto que ha quedado muy expuesto, como dijimos antes, son ambos laterales. El Madrid tuvo la oportunidad de traer de vuelta a Fran García en el mercado de invierno por 5 millones de euros, pero como si de una ONG se tratara, prefirió no hacerlo para no perjudicar al Rayo Vallecano. ¿El resultado? Dejar solo a Ferland Mendy para un puesto cojo en el que además el galo se ha pasado lesionado casi por completa la segunda parte de la temporada. En el lateral derecho, donde Carvajal cumple un mes por temporada y Lucas Vázquez no deja de ser un parche, el Madrid hace tiempo que necesita un refuerzo de nivel.
Futuro
La mejor noticia para el Real Madrid es que le espera un futuro brillante. Igual que dimos un palo a Juni por su conformismo a la hora de planificar la plantilla de esta temporada, hay que alabar su tremendo ojo para llenar de talento joven un equipo que con Vinícius, Fede Valverde, Camavinga. Tchouaméni, Rodrygo, Courtois, Militao... tiene el éxito garantizado si se dan tres factores: 1- Florentino Pérez debe volver a activarse a la hora de realizar fichajes galácticos -con Benzema menguando, el Madrid necesita un relevo a su altura, aunque no será hasta que se vaya Karim, seguramente en 2024, cuando el presidente tire de chequera-, 2- reforzar la plantilla en los puestos en los que anda coja -Juni y José Ángel necesitan dar su mejor nivel para fichar, además de a Bellingham -el fichaje del teutón está encarrilado y se acelerará en los próximos días-, un lateral derecho, un lateral izquierdo, un ‘9’ que sirva como alternativa primero a Benzema y después al fichaje galáctico que debe acometer el presidente y un extremo derecho. Por último, la cúpula y la dirección deportiva deben 3-ponerse de acuerdo en la figura del entrenador. Si Ancelotti, como varios creen, no es el idóneo para dar el relevo generacional necesario, el Madrid debe darle el homenaje que merece, abrirle la puerta a Brasil y buscar un nuevo entrenador. De momento se impone la opinión de Florentino que prefiere que el italiano continúe la próxima temporada y termine su contrato, habrá que ver si los que van en dirección contraria, terminan por convencerle.
El Madrid debe tomar decisiones capitales en un verano que resultará clave para el futuro a medio plazo del conjunto de Concha Espina.
