
Un gol del inglés Harvey Elliot en el tramo final del partido y una actuación estelar del meta brasileño Alisson permitieron salir al Liverpool con ventaja (0-1) del Parque de los Príncipes ante un París Saint-Germain incapaz de convertir en goles su dominio y sus numerosas ocasiones.
El jugador marcó un minuto después de haber entrado en el campo en sustitución de Salah, la estrella del equipo, que apenas había creado peligro en 86 minutos.
El tanto de los "Reds" en el 87 fue un premio excesivo para los de Arne Slot, en su única ocasión de gol de todo el partido en el que llegaban con la única intención de mantener viva la eliminatoria en Anfield, donde nunca caminan solos.
Gracias a esa suerte, lo harán además con una renta en las alforjas que pone la eliminatoria de su parte y que rompe la racha de tres derrotas consecutivas en partidos de eliminación directa en Europa, incluida la final de 2022 disputada en París ante el Real Madrid.
La maldición volvió a cebarse con el PSG, que recuperó la imagen de hace unos meses, cuando todo su despliegue ofensivo quedaba en nada por la falta de acierto. Esta vez fue un inspirado Alisson quien les privó del premio que buscaron con ahínco y que, seguramente, merecieron.
La apuesta de Luis Enrique por un equipo sin estrellas de alto nivel volvió a la casilla se salida, tras cuatro meses sin conocer la derrota, cuyo sabor volvieron a probar de nuevo contra un rival de talla, como en noviembre pasado frente al Bayern de Múnich.
Fue más cruel ahora, porque la racha de 22 partidos sin perder había alimentado el sueño, que ahora pasa por una gesta la semana próxima.
Dependerá mucho de cómo gestione el mazazo una plantilla joven, que había cobrado una dinámica positiva al abrigo de las dudas, pero que ahora tendrá que demostrar una madurez que no es seguro que tengan.
El proyecto de Luis Enrique queda tocado porque volvió a estrellarse contra un rival de talla y en Anfield se jugará buena parte de su crédito, aunque su puesto no parece peligrar.
Todo lo contrario que el Liverpool, que demostró una gran solvencia, pese a que vio como el PSG le dominaba y le obligaba a una gran labor defensiva para salir de París con opciones. Más que eso se llevaron, una ventaja que les puede dar mucho oxígeno.
Tendrán que dar las gracias a Alisson y a la docena de paradas que hizo ante el dominio asfixiante del PSG, que se fue sin premio, más allá de la demostración de que pueden ser superiores al equipo que ha marcado los últimos meses.
El centro del campo fue parisiense y también de ellos las mejores ocasiones del primer tiempo, en el que merecieron más rédito de su esfuerzo con el que acularon a los ingleses.
El resultado fue un Liverpool consagrado a la defensa, con un solo tiro en todo el primer tiempo, la cifra menor de esta temporada en Europa, y doce en contra, el mayor número del equipo que acabó en cabeza de la fase de grupos.
La recompensa pudo venir en el 20, cuando Kvaratskhelia aprovechó bien un rechace al saque de un córner para scarse un buen disparo cruzado que se coló por el palo largo del Liverpool. Pero el VAR detectó un milimétrico fuera de juego que mantuvo las tablas.
El vídeo de nuevo se puso en contra de los parisienses en el 26, cuando no concedió un penalti sobre Barcola.
Kvaratskhelia, preferido en el ala derecha al joven francés Desiré Doué, volvió a poner a prueba a Alisson nueve minutos más tarde, pero el meta brasileño respondió esta vez bien, al igual que al siguiente en un mano a mano con Dembélé.
El balón quedó descolgado y Barcola disparó de nuevo pero esta vez fue Szoboszlai quien lo sacó.
De nuevo el georgiano tuvo la oportunidad en el 37, pero respondió bien Alisson para mantener las tablas hasta el descanso.
Ajustó la defensa Slot y los de Luis Enrique tuvieron menos espacios, aunque rondó el peligro de nuevo por la meta de Alisson. El brasileño fue cobrando peso a los diferentes intentos de ataque franceses, ahora más lejanos, como la falta de Kvaratskhelia que le obligó a una excelente parada en el 54.
Los "Reds" trataron de aprovechar mejor las migajas de balón que les dejaban los parisinos, y el técnico neerlandés refrescó su ataque con la entrada de Jones y Núñez.
El premio les llegó cuando nadie lo esperaba, cuando todo el Parque de los Príncipes esperaba la traca final de su equipo y llegó el único desajuste defensivo, en un balón largo de Alisson, quién si no, que Nuñez ganó en el duelo aéreo sobre Marquinhos y que permitió a Elliott, conseguir un botín precioso.
Ficha técnica:
París SG, 0: Donnarumma; Hakimi, Marquinhos, Pacho, Nuno Mendes; Fabián Ruiz (Zaïre-Emery, m.78), Vitinha, Joao Neves; Barcola (Doué, m.66), Dembélé, Kvaratsckhelia (Ramos, m.78)
Liverpool, 1: Alisson; Alexander-Arnold, Konaté, Van Dijk, Robertson; Gravenberch (Endo, m.79), Mac Allister; Salah (Elliott, m.86), Szoboszlai, Luis Díaz (Jones, m.67); Jota (Núñez, m.67)
Gol: 0-1, m.87: Elliott
Árbitro: Davide Massa (ITA), amonestó al local Marquinhos (38) y al visitante Van Dijk (70)
Incidencias: Encuentro de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes de París ante unos 47.000 espectadores.
El Bayern arrolla al Leverkusen
El Bayern Múnich se sacudió este miércoles de una maldición que parecía pesar sobre el equipo en los partidos contra el Bayer Leverkusen y puso un pie en cuartos de final al golear sin atenuantes al equipo de las aspirinas por 3-0.
Sin duda queda el partido de vuelta, pero el Leverkusen necesita una remontada cercana al milagro después de un partido en el que fue claramente dominando y en el que casi todo lo que podía salir mal le salió mal.
El consuelo que quedó para los de Xabi Alonso es que no hubo más goles y que Jeremie Frimpong, Florian Wirtz y Granit Xhaka, que estaban apercibidos, no fueron amonestados y podrían jugar el partido de vuelta.
El Bayern se fue en ventaja pronto, en el minuto 9, con un remate de cabeza de Harry Kane a centro de Michael Olise desde la banda derecha. El gol tempranero fue el anuncio de un Bayern que iba a ser el equipo claramente dominante ya a lo largo de la primera parte.
Los bávaros tuvieron más posesión, más remates a puerta, ganaban muchos balones divididos e incluso estuvieron cerca de aumentar la cuenta cuando en el minuto 22 un cabezazo de Jamal Musiala en un saque de esquina se estrelló contra el larguero.
Del Leverkusen en ataque sólo hubo noticias en el minuto 14 cuando Jeremie Frimpong tuvo una buena ocasión tras una mala devolución de Dayot Upamecano pero Manuel Neuer reaccionó con una parada ejemplar.
De resto el equipo que jugaba era el Bayern, con Joshua Kimmich marcando el ritmo en el centro del campo, con gran intensidad de parte de todo el equipo en la recuperación de pelota y con permanente voluntad de llegar al remate a puerta.
La hoja de estadísticas mostraba cuando los equipos se fueron al descanso nueve remates del Bayern contra tres del Leverkusen y algunos de ellos, además del gol de Kane y la ocasión de Musiala, habían tenido cierta peligrosidad.
El Leverkusen trató de cambiar las cargas al comienzo de la segunda parte aumentando la intensidad y recurriendo a la presión adelantada, pero una cantada del meta Matej Kovar provocó en el minuto 54 el segundo gol del Bayern.
Kovar falló al tratar de cortar un centro de Kimmich desde la izquierda y el balón cayó a los pies de Musiala que marcó a placer.
En el 62 la situación se agravó para los dirigidos por Xabi Alonso cuando Nordi Mukiele fue expulsado por doble amarilla. Quedarse con diez hombres, y con dos goles por debajo en el marcador, era una desventaja para el Leverkusen que pesaba más que la posible ventaja que podía dar la salida por lesión de Neuer, quien fue sustituido por el juvenil Jonas Urbig.
El tercer gol vino de penalti, marcado por Kane, después de un agarrón ingenuo de Edmund Tapsoba al inglés en un saque de esquina que fue advertido por los responsables del VAR.
En el tiempo de prolongación, Joao Pahlinha tuvo el cuarto en los pies, tras una jugada impresionante de Musiala, pero su remate pegó en el larguero y se fue por encima de la portería.
Ficha técnica:
Bayern, 3: Neuer (Urbig, m.58); Laimer (Stasinic, m.68), Upamecano, Minjae Kim (Dier, m.89), Davies; Kimmich, Goretzka (Joao Pahlinha, m.89); Olise, Musiala, Coman (Sanñe, m.68); Kane.
Bayer Leverkusen, 0: Kovar; Mukiele, Tah, Hermoso, Hincapié; Xhaka (Aleix García, m.80), Palacios; Frimpong (Arthir, m.80), Wirtz (Schick, m.80), Grimaldo (Buendía, m.87); Adli (Tapsoba, m.68).
Goles: 1-0, m.9: Kane; 2-0, m.55: Musiala; 3-0, m.75: Kane, de penalti.
Árbitro: Michael Oliver (Francia). Amonestó a Laimer, Mukiele, Goretzka, Tapsoba, Tah y expulsó a Mukiele por doble amarilla.
Incidencias: partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones disputado en la Allianz Arena de Múnich.
Lautaro encarrila el pase a cuartos
El argentino Lautaro Martínez encarriló este miércoles el pase del Inter de Milán a los cuartos de final de la Liga de Campeones con un golazo ante el Feyenoord (0-2), en una victoria a domicilio que abrió el francés Marcus Thuram y que pudo ser mayor si el polaco Piotr Zielinski hubiera acertado desde los once metros.
Robin Van Persie, nuevo entrenador del combinado de Róterdam, no tuvo el mejor estreno en la mayor competición europea. Su equipo, que apeó al Milan en el 'play-off', se vio superado en esta ocasión por el campeón italiano, otra vez más resolutivo que dominador o brillante.
Mermado por las numerosas lesiones en los carriles y con Bastoni jugando en esa posición de manera improvisada ante la emergencia, al Inter le costó entrar en el partido con un Feyenoord que, igualmente tocado por bajas innumerables, se bastó del ambiente en De Kuip para medirse como un igual a los 'nerazzurri'.
La diferencia, al final, como casi siempre pasa con este Inter, es que la calidad de su plantilla es determinante. En una jugada aislada, la primera de peligro del partido, el combinado de Simone Inzaghi dio un golpe contundente para hacerse con el partido. Fue un centro perfecto de Barella al segundo palo que encontró rematador en Marcus Thuram el que abrió el marcador en el minuto 38.
Tanto clave en un momento decisivo como el ocaso del primer acto que mermó sobremanera a los neerlandeses, aturdidos incluso en el inicio del segundo tiempo en el que el Inter acabó por sentenciar el duelo y encarrilar la eliminatoria.
Tardó apenas 5 minutos Lautaro Martínez en acudir a su habitual cita con el gol. Esta vez fue más especial que otras porque con su tanto, que nació de una internada de Bastoni, un disparo de Zielinski y un rechace que el 'Toro' fusiló a la escuadra, se convirtió en el máximo goleador de la historia de la competición del Inter.
Es la diana número 18 del de Bahía Blanca, que superó los 17 del mítico Sandro Mazzola.
Desde ese momento, el Feyenoord apenas generó peligro y pudo el Inter decidir ya la eliminatoria cuando, rozando la hora de partido, Thuram fue arrollado en el área por Mitchell y el colegiado, VAR mediante, señaló pena máxima. No estaba el infalible Calhanoglu, por lo que fue Zielinski el que tomó la responsabilidad desde los once metros.
El polaco ajustó abajo a la derecha de Wellenreuther, que sin embargo adivinó sus intenciones y dio un mínimo de esperanza a su equipo.
El Inter, que dejó de nuevo su portería a cero con Josep Martínez como titular pese a que Sommer está ya entrenándose con el grupo, tendrá que cerrar el pase a cuartos en San Siro, un duelo al que llegará tras haber conquistado De Kuip y con el Feyenoord obligado a volcarse arriba en busca de la épica.
Ficha técnica:
Feyenoord, 0: Wellenreuther; Mitchell, Beelen, Hancko, Bueno; Moder, Smal, Osman; Moussa, Paixao y Carranza (Ueda, m.59).
Inter de Milán, 2: Josep Martínez; Pavard, de Vrij (Bisseck, m.73), Acerbi; Dumfries, Barella (Frattesi, m.73), Asllani (Calhanoglu, m.81), Zielinski, Bastoni; Thuram (Taremi, m.62) y Lautaro Martínez (Arnautovic, m.81).
Goles: 0-1, m.38: Thuram; 0-2, m.50: Lautaro Martínez.
Árbitro: E. Eskas. Mostró tarjeta amarilla a Mitchell (m.68), Wellenreuther (m.71), Osman (m.77), por parte del Feyenoord; y a Bastoni (m.74), por parte del Inter de Milán.
Incidencias: encuentro correspondiente a la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Estadio De Kuip de Róterdam (Países Bajos).
