Los números de Bale son una falta de respeto para el mundo... y los de Neymar también. Hoy por hoy resulta imposible no entrar a comparar lo que uno y otro futbolista ha aportado a sus respectivos equipos. Son vasos comunicantes. Neymar interesó al Real Madrid, de hecho llegó antes a un acuerdo con el club blanco, pero la imperiosa necesidad de Rosell de destacar en algo y la asfixiante presión que el entorno del ex presidente Laporta ejercía sobre él le llevó a embarcar al club en una operación que, a la vista está, es ruinosa desde el punto de vista económico e institucional. Rosell tuvo que irse por el "caso Neymar", que afecta de pleno también a su sustituto, el presidente okupa Bartomeu. El empeño de ambos en asegurar que el montante total del fichaje del crack brasileño fue de "57,1 millones y punto", que se convirtió en motivo de chascarrillo etre aficionados, pasó a ser bochornoso, primero, e indignante después.

En realidad, y si nos atenemos exclusivamente al marcador total de goles y asistencias de ambos futbolistas, Neymar no ha estado tan lejos de Bale. El galés, lesionado y todo, ha marcado 33 goles y ha dado 22 asistencias desde que llegó al Madrid mientras que el brasileño lleva 29 goles y 17 asistencias con el Barça. Pero donde no existe comparación posible entre ambos es en la trascendencia de los goles de uno y otro. Como decía ayer, el gol de Gareth en la final de Copa del Rey (Marca empezaba así su crónica de aquel partido: "Todos los millones que costó Bale se quedan en el olvido en días como hoy") pasará a la historia del club blanco, también el de la final de Champions y Mundial. Ninguno de los goles de Neymar ha resultado decisivo en una gran final, y el Barça jugó dos la temporada pasada: en la de Copa marcó Bartra y en el partido contra el Atleti que valía una Liga lo hizo Alexis, hoy en el Arsenal.

No hay comparación posible entre la aportación de Bale y Neymar a sus respectivos equipos´ni tampoco en el trato que, en líneas generales, ha dispensado el periodismo deportivo español a uno y otro. Si ahora mismo aterrizase en la Tierra un OVNI procedente del planeta enano Makemake y al makemakiense o makemakiano en cuestión se le diera un cursillo acelerado de fútbol, nuestro amigo (o enemigo, eso nunca se sabe) llegaría a la conclusión de que el gran triunfador es Neymar y el gran fracaso ha sido Bale, un inadpatado que no comprende las esencias del juego, que vino aquí lesionado y que, para colmo de males, ¡es angloparlante!... Lo último es lo que contó ayer la Ser: el Barcelona y la Abogacía del Estado han pactado definitivamente la multa para cerrar el "caso Neymar" y la cifra rondaría los 22 millones de euros; si el pacto no está aún cerrado es porque piden para Rosell una pena de prisión de cuatro meses que el ex presidente no está dispuesto a cumplir... y punto. Al menos nos quedará el pequeño consuelo de saber que Neymar no habla correctamente el inglés.