Debe ser que no existe en toda la Unión Europea un médico competente capaz de operar a Higuaín de su hernia discal porque resulta que, tras la cumbre, el Real Madrid ha decidido finalmente llevarse al chico de turismo hasta Chicago para que le trate un neurocirujano que trabaja para la NASA, ni más ni menos que la NASA, la del Apolo XI. Créanme cuando les digo que no era exactamente a esto a lo que me refería cuando hablaba de poner a un hombre en la Luna. Así que España es pionera en la creación de órganos bioartificiales, en el tratamiento de las cataratas, en la investigación con células madre o en cirugía maxilofacial pero no en las hernias discales... También es mala pata... Ni un guiño al viceprimer ministro chino Li, que no sólo nos compra toda nuestra deuda sino que también se sabe de memoria el once titular merengue: ¡con todas las clínicas que debe haber en Pekín!
Lo que demuestra todo esto es un pronunciado complejo de nuevo rico por parte del Real Madrid, un defecto, encerrado en otro grave complejo de inferioridad, que es por cierto extensible al resto de clubes de fútbol de España. Apabullándonos con Richard Fessler, el de los cohetes, el de la Feinberg School of Medicine, el de la Northwestern University of Chigago, lo que intentan no es otra cosa que transmitir la vana idea de que al "niño" no le faltará na de na y que tendrá lo mejor de lo mejor, que, por supuesto, es americano porque aquí somos todos unos verdaderos garrulos. Todo este asunto se ha llevado alarmantemente mal desde un principio, con una falta de coordinación importante y un fallo relevante, y esto no es nuevo, en la política de comunicación por parte del club. Y lo que nadie puede pedirle a Mourinho es que, además de ser el mejor entrenador de fútbol, sea también un especialista mundial en discólisis percutánea con ozono.
Por cierto que el doctor Cáceres podrá o no darse por aludido con lo del "iluminado", aquí cada cual hace y dice lo que le da la gana, pero la verdad es que Mourinho le dejó como a Cagancho en Almagro cuando dijo lo que dijo. Y no me retracto de lo que dejé escrito aquí mismo el lunes pasado: por supuesto que el estropicio es importante pero no tanto por la calidad deportiva del jugador, que no es en absoluto un "paquete" como aquí se quiere hacer ver que dije yo en algún momento, sino porque todo un Real Madrid deberá afrontar los próximos cinco meses de competición con un único "9" en su plantilla. Mou se resigna a que Valdano y Pardeza no le traigan otro delantero, y esa tozudez por parte de la dirección deportiva es otra cosa que no logro entender. Mucho Fessler, mucha NASA, mucho Chicago y poco delantero. Más iluminados.