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El penúltimo raulista vivo

Zizou y la alineación número 49

Cuarenta y ocho alineaciones distintas ha hecho Zinedine Zidane en los últimos cuarenta y ocho partidos. Cuarenta y ocho. Si nada cambia estadísticamente hablando, la del domingo ante el Español será la alineación número cuarenta y nueve. Hasta ahora, y pese a que el fútbol ha cambiado y las plantillas son necesariamente más amplias porque hay más partidos y el desgaste es también mayor, la estabilidad, el hecho de que los futbolistas supieran más o menos con quién iban a jugar el próximo partido y de qué modo iban a hacerlo, lo que los cursis conocen ahora como el dibujo, era considerado como algo positivo, un valor añadido, pero eso con Zidane no funciona. Que un entrenador de élite como él haga cuarenta y ocho alineaciones distintas en cuarenta y ocho partidos, que ya está bien, puede ser por dos motivos: primero, porque tenga una plantilla de tantísimo nivel que dé exactamente igual quién entre en el equipo, si Mengano por Zutano o si Perengano por Fulano, pero ése no es el caso del Real Madrid, que tiene un plantillón, eso sí, pero en el que no da igual que estén Ramos o Militao, Marcelo o Mendy o Courtois o Areola.

El otro motivo por el cual un entrenador de élite confecciona cuarenta y ocho alineaciones distintas en cuarenta y ocho partidos puede ser debido a que, efectivamente, y pese a que el nivel de los futbolistas no sea exactamente el mismo, quiera contar con todos, darle minutos a todo el mundo. Pero eso tampoco es cierto: Courtois, Carvajal, Ramos, Varane, Casemiro, Kroos, Benzema, Hazard, ahora parece que Vinicius e incluso podría decirse que el propio Marcelo tienen el estatus de titulares por delante del resto de sus compañeros, y esto es fácil de comprobar con los partidos y los minutos jugados por cada uno de ellos. Quiero decir que si cualquiera de esos jugadores falta a un partido importante, si de repente, pongamos por caso que contra el Barcelona o contra el Atlético de Madrid, salen Militao por Ramos o Jovic por Benzema, saltan las alarmas: ¿Qué pasa aquí?

Así que, si no es porque quiera darle minutos a todo el mundo ni tampoco es porque dé lo mismo quién entre o quién salga porque la calidad de todos es parecida, ¿por qué le ha entrado a Zidane este peligrosísimo baile de San Vito táctico? ¿Qué pretende? ¿Es una señal? ¿Por qué Rodrygo juega de titular ante el Eibar y, de repente, desaparece? ¿Por qué surge de entre las brumas James como el fantasma de Canterville ante la sorpresa del propio futbolista y la estupefacción del vestuario, que yo creo que pensaba que el colombiano seguía en el Bayern o había fichado por el Nápoles? Puedo entender que, ayer, ante el Mallorca, diera cariño a Brahim en un partido resuelto, pero... ¿James? ¿Ante la Real? Sólo se me ocurre que a Zidane le va la marcha, le gusta el riesgo, vivir al límite. O eso o es que las tácticas no son lo suyo.

Lo de anoche ante el Mallorca, que no nos olvidemos que está en puestos de descenso a Segunda División, fue directamente de traca: puso a Hazard por detrás de Benzema, a Bale por la derecha porque la realidad es que si a Vinicius le quitas de la banda izquierda se entera aún menos de la película, y colocó a Modric de medio centro, o sea lo alejó del área cuando el peligro del croata se produce cerca de ella. Como la alineación era un rompecabezas absoluto y no hay más que ver repetidas las caras de algunos jugadores para darse cuenta de que ni eso estaba entrenado ni tenían la menor idea de a qué se suponía que debían jugar, todo el mundo ha coincidido a la hora de señalar que el puzzle número 48 de Zidane tenía como objetivo final no quitar de su banda, que es la izquierda, a Vinicius, quien, al parecer, es el mejor de un equipo con ochocientos millones de presupuesto: ¿Alejas a Modric del área capándolo futbolísticamente hablando, retrasas a Valverde, colocas a Bale en una banda que no es la suya natural y sacas de la izquierda a Hazard, que ha costado cien millones y es uno de los cinco mejores futbolistas del planeta, por no mover a un crío de 19 años? ¿Es acaso Pelé?

El asunto es que, pese a todo, el Real Madrid gana y va líder de la Liga. Va líder de la Liga empatado a puntos con el Barcelona más mediocre y más ramplón de los últimos diez años, pero va. Pero yo advierto que, con tanta improvisación, llegará tarde o temprano el partido en el cual pinche el Madrid, y entonces vendrán el llanto y el crujir de dientes. Parece que haya que celebrar que el Barcelona de Setién juegue incluso peor al fútbol de lo que lo hace el Real Madrid de Zidane pero yo no valgo para eso. Yo quiero que el Madrid juegue bien y creo que tiene futbolistas más que suficientes para hacerlo. Es más, estoy convencido de que este equipo jugaría mucho mejor con otro entrenador, aunque eso es, por supuesto, fútbol ficción. A Zidane le gusta el riesgo, a mí no.

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