La imagen impropia que pudo contemplarse el pasado fin de semana en la liga rusa de juveniles, entre el Terek Groznyi y el Amkar Perm, ha terminado con el linier Mussa Kadyrov sancionado de por vida.
Y no es para menos. El asistente, checheno, entró en el terreno de juego para emprenderla a golpes con un futbolista del equipo visitante. La acción se produjo justo cuando el colegiado del encuentro señaló el final del mismo. Primero lo empujó y cuando cayó al suelo, se sucedieron los puñetazos y patadas.
A continuación, muchos de los futbolistas del equipo local se sumaron a los golpes contra el futbolista rival, Ilya Krichmar. "Gracias a Dios mis compañeros acudieron al rescate", explicó el jugador, que negó haber insultado gravemente al linier, según recoge ABC.
"Esa persona no puede llamarse árbitro nunca más", ha explicado ahora el jefe del comité de árbitros ruso, Nikolai Levnikov. "Nunca nos había ocurrido algo similar", añadió. Por eso, ha sido suspendido de por vida.
