
Uruguay ya está al límite de la supervivencia en el Mundial 2022, nada más le sirve una victoria ante Ghana imperceptible hoy por hoy para la selección celeste. Contra Portugal ha sido víctima de sus propios miedos durante una hora de partido, doblegado por dos goles de Bruno Fernandes, y cuando quiso reaccionar no fue capaz de anotar la selección uruguaya su primer tanto en el mundial
Hubo dos Uruguay en el encuentro. Una, hasta el gol en contra, tan falta de ambición e imprecisa, que siempre jugó al filo de la caída, de cualquier detalle. Otra, desde el 1-0 en adelante, que se acercó a todo lo que debe ser, con presión, atrevimiento, intensidad y con una ofensiva que no alcanzó el éxito, pero que pone en evidencia y cuestiona las razones de la puesta en escena de Diego Alonso.
No fue una casualidad el empate a nada contra Corea del Sur. Ni lo es su comprometida posición en el grupo. Entre tanta expectativa, en la primera hora de encuentro fue un equipo sin identidad, con un plan conservador e ineficaz, que transmite expresivamente el temor al fracaso en el Mundial de Qatar 2022.
Necesitaba más el grupo de Diego Alonso, contenido por su propia prudencia, resistente por la contundencia de sus centrales, con la que soportó los ratos en los que le dio toda la iniciativa a Portugal, y sólo aligerado del peso de la presión, cuando surge una individualidad que tira hacia adelante sin atender a otros rigores, como ocurrió cuando Bentancur regateó a tres rivales, menos a Diogo Costa, que adivinó el tiro.
Portugal sumó a Nuno Mendes a las bajas de Danilo Pereira y Otávio. Ya tuvo una lesión en la primera jornada y recayó en la segunda. El lateral del PSG, cuya reaparición en el once, descartada en la víspera por el técnico luso, duró 42 minutos.
No daba entonces más de dos pases seguidos Uruguay de medio campo hacia adelante. Sí lo hizo Portugal, que entre tanto control y tanto pase, le faltó desborde ante la defensa contraria. Eso cambió en el segundo tiempo, cuando Joao Félix remató al lateral de la red y Bruno Fernandes y Cristiano Ronaldo lo pusieron todo patas arriba. Entre medias, un espontáneo saltó al campo para mostrar al mundo una bandera arcoiris.
A Bruno, con demasiado espacio para perfilarse y proponer el centro desde una esquina del área, con Godín a la expectativa, le corresponde un porcentaje altísimo del gol, porque su envío fue al sitio concreto, entre el descuido de Varela para validar la posición de Cristiano Ronaldo y el fuera de juego que reclamó el resto de la defensa celeste, pero también al mejor goleador de la historia de Portugal, que, como poco, despistó (pareció que la peinó en un primer momento) a Rochet. La FIFA le otorgó a Bruno el 1-0, en el minuto 55.
A nadie le extrañó el gol. No por una cuestión de ocasiones, sino porque Uruguay apareció como un oponente menor hasta entonces, incomprensible cuando la clasificación para los octavos está tan en juego, inapropiado con toda la capacidad que tiene, como demostró en cuanto percibió con absoluta nitidez que la única manera de sobrevivir es lanzándose al ataque.
Entonces sí, Uruguay se elevó a una altura más reconocible, recompuso su ambición, alteró el discutible plan que Diego Alonso diseñó para ganar el encuentro y se liberó de toda la opresión táctica por la que circuló desde el principio, tan preparado para el error ajeno, tan obsesionado con el error propio, que el ataque, tan crucial, pasó a un lugar secundario.
Cuando fue una prioridad, cuando de verdad fue a por lo que había venido, era ya demasiado tarde. Ni con Cavani ni con Darwin Núñez. Ni después con Luis Suárez, a punto del 1-1, ni Maxi Gómez, con un derechazo al poste. Ni tampoco con Arrascaeta, frustrado por Diogo Costa, los ejemplos irrebatibles de que si hubiera querido ganar antes todo habría sido posible para Uruguay, que bordea el fiasco en Qatar 2022. O vence a Ghana en la última jornada... O se va para casa. Bruno sentenció de penalti. Él mismo provocó la pena máxima, con un regate delicioso. Y él mismo la transformó: 2-0.
Ficha técnica
Portugal, 2: Diogo Costa; Cancelo, Pepe, Ruben Dias, Nuno Mendes (Guerreiro, m. 42); William Carvalho (Palhinha, m. 82), Rubén Neves (Rafael Leao, m. 72), Bernardo Silva; Bruno Fernandes, Cristiano Ronaldo (Gonçalo Ramos, m. 82) y Joao Félix (Nunes, m. 82)
Uruguay, 0: Rochet; Varela, Giménez, Godín (Pellistri, m. 62), Coates, Olivera (Viña, m. 86); Valverde, Bentancur, Vecino (Arrascaeta, m. 62); Darwin Núñez (Maxi Gómez, m. 73) y Cavani (Suárez, m. 73).
Goles: 1-0, m. 55: Bruno Fernandes. 2-0, m. 92: Bruno Fernandes, de penalti
Árbitro: Alireza Faghani (Irán). Amonestó a los uruguayos Bentancur (m. 6) y Oliveira (m. 43) y a los portugueses Rubén Neves (m. 32) y Joao Félix (m. 75)
Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del grupo H del Mundial Qatar 2022 disputado en el estadio de Lusail ante 88.668 espectadores, según la cifra oficial.
