Los equipos ucranianos siguen sufriendo las consecuencias de la guerra en su país y de la invasión rusa. El Shakhtar Donetsk, el club más laureado de Ucrania, considera que la FIFA es culpable, al menos en parte, de sus problemas financieros, y exige 40 millones de euros al organismo rector del fútbol mundial. El jueves 22 de diciembre se celebrará una vista ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en Lausana.
En junio de este año, la FIFA estableció que, a causa de la excepcional situación que se vivía, los jugadores y los entrenadores extranjeros que jugaban en Ucrania tenían derecho a suspender sus contratos de trabajo hasta el 30 de junio de 2023. Siempre y cuando no hubieran llegado a un acuerdo previo con su club, como hicieron algunos. A consecuencia de esta normativa, muchos jugadores internacionales abandonaron el Shakhtar Donetsk o el Dinamo de Kiev, entre otros, sin compensación económica.
Sergei Palkin, director general del Shaktar, considera que esta situación provocada por la FIFA está siendo ruinosa para la entidad. Del equipo de Donetsk, que llevaba años jugando en Kiev, salieron los brasileños Douglas Costa, Fred, Dentinho y Alex Tereira.
La FIFA admitió que los clubes ucranianos "podrían verse así confrontados a un gran número de salidas, causadas por la invasión de Ucrania por Rusia y la guerra en curso". El problema es que estos clubes no obtuvieron ayudas económicas. "Las medidas inapropiadas y de enorme impacto aplicadas por la FIFA resultaron en última instancia una pérdida importante de ingresos por traspasos de jugadores y una disminución de ingresos básicos del club de aproximadamente 40 millones de euros", asegura Darijo Srna, director de fútbol del Shaktar y jugador histórico de la selección croata.
El club cree que la FIFA tendría que haber adoptado otras decisiones y creado un fondo de reparación para los clubes ucranianos afectados por la pérdida de ingresos durante la guerra.