El Santiago Bernabéu fue una fiesta en la última jornada de LaLiga Santander 2022/23. No porque viese un fútbol atractivo ante el Athletic, no. De hecho, fue un encuentro sin pena ni gloria en el que tan solo los vascos se jugaban algo.
Con las confirmaciones en las últimas horas de las salidas de cuatro jugadores de la plantilla, era de esperar que la afición celebrara junto a los suyos el fin de varias etapas. La primera fue la más importante: Karim Benzema, después de anotar el único gol blanco del partido desde los once metros, dejó paso desde el banquillo a Luka Modric en el minuto 74 para fundirse con la grada en una cerrada ovación. Aplausos de reconocimiento y agradecimiento que terminaron con el francés en el banquillo saludando al cuerpo técnico y al resto de sus compañeros.
El siguiente en la lista, minuciosamente planificado, fue el adiós de Marco Asensio. El balear no fue titular, sino que ingresó al verde en el minuto 58 para, algo más de media hora más tarde, volver a salir y poder tener el baño de masas con el que cualquier jugador sueña. De nuevo la estampa entre jugador y afición no dejó más que aplausos y vítores.
A partir de aquí no pudo verse en el campo a las otras dos figuras de la tarde: Mariano Díaz y Eden Hazard. Con sus marchas también oficializadas, ambos jugadores tuvieron que esperar al pitido final para poder tener su momento. Tanto ellos, como los que ya tuvieron protagonismo sobre el césped, fueron manteados por el resto de integrantes de la plantilla.
Una fiesta que, si bien terminó con un 1-1 que no sirvió de nada ni a locales ni a visitantes, supuso el fin de cuatro etapas en el Real Madrid. Trayectorias con diferencias abismales entre sí, pero que compartieron escenario una última vez.