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La extraña muerte de Fernando Vigueras, futbolista del Atlético de Madrid, en Argel

Tras una pelea, el futbolista fue detenido. Las teorías apuntan a un asesinato por enseñamiento de la policía, aunque también a un trágico accidente…

Tras una pelea, el futbolista fue detenido. Las teorías apuntan a un asesinato por enseñamiento de la policía, aunque también a un trágico accidente…
Fernando Vigueras, con la camiseta del Athletic Club de Madrid. | Archivo

El 25 de junio de 1933 Fernando Vigueras fallecía en Argel. Pocas horas antes había disputado un encuentro amistoso con su equipo, el Atlético de Madrid, ante el Racing Universitario de Argel. Lo que sucedió entonces fue toda una incógnita. Accidente, tragedia, asesinato... Diversas teorías, para pocas certezas. Unas dudas que hoy, 90 años después, siguen sin despejarse.

Una gran proyección

Fernando Vigueras Domínguez había nacido en Utrera el 30 de septiembre de 1908. Hijo de un capitán de navío de la Armada Española, su infancia le llevó a continuos cambios de residencia por toda la península. Sevilla, Vizcaya, Cádiz, Murcia... Y en todos ellos, un denominador común: el balón. Ya se sabe que el fútbol entró en España a través de los puertos marítimos, así que el pequeño Vigueras lo tuvo siempre al alcance.

Sería en Murcia donde terminaría de confirmarse su idilio con el balompié. Y el Cartagena, donde comenzaría a dar sus primeros pasos importantes. Tras dos temporadas en el conjunto, recaló en el Murcia, en Segunda División.

Ahí se consolidaría como un mediocentro con una enorme proyección. Sería pieza clave –terminaría por ser el capitán– en un conjunto que tuvo ciertos éxitos a nivel regional. Su juego llamaría la atención de varios equipos de mayor categoría, siendo el Atlético de Madrid, por aquel entonces Athletic Club de Madrid, quien se haría con su fichaje en 1932 con el objetivo claro de ascender a Primera División.

Sería titular indiscutible en una temporada en la que los rojiblancos terminarían segundos en la clasificación, quedándose a las puertas del ansiado ascenso, que sí lograría el Oviedo.

La gira final

En el verano de 1933 el Atlético de Madrid decidió organizar una gira por el norte de África con el objetivo de aumentar sus ingresos, y poder afrontar así con mayores garantías el objetivo del ascenso a Primera.

Los tres primeros encuentros se disputarían en Orán, Argelia, por aquel entonces bajo dominio francés. Ante un combinado local se impondría por 6-1, para caer después en un doble enfrentamiento ante el Admira de Viena (2-0 y 5-1).

El siguiente duelo sería ya en Argel, ante el Racing Universitaire de Argel (el equipo en el que había dado sus pasos como futbolista Albert Camus). El partido, disputado el 25 de junio, terminaría con un vibrante empate a cuatro goles.

Tras el encuentro, futbolistas de ambos conjuntos decidieron salir a disfrutar de la noche argelina. Algunos acudieron al casino. Otros, a una sala de baile.

Entre estos últimos se encontraba Fernando Vigueras.

Según apuntan la mayoría de las versiones, en la sala en la que se encontraban se produjo una pelea, y los jugadores del Atlético de Madrid se vieron involucrados. La Policía francesa tuvo que intervenir, y detuvo a tres futbolistas: Vigueras, Castillo y Martínez. En comisaría se ensañaron con ellos, especialmente con Vigueras. Dos maxilares rotos, fractura del hueso frontal a la altura de la ceja izquierda con casi vaciamiento del ojo de ese lado, fractura del occipital y hematomas y contusiones por todo el cuerpo.

Fernando Vigueras tendría que ser ingresado en un centro hospitalario, pero no pudieron hacer nada por su vida. Fallecería aquella misma noche del 25 de junio de 1933. Tenía 24 años.

Una cuestión de Estado

Los otros dos futbolistas atléticos, José Castillo y Alfonso Martínez, fueron retenidos en Argel hasta que Enrique Ocerín, delegado de la expedición, firmó un documento para su liberación, en el que también tuvo que admitir que la muerte de Vigueras había sido un accidente. Que las heridas se habían producido tras caer por las escaleras. Además, se veía obligado también a retirar la querella contra los gendarmes.

Nada más regresar a España, trataron de buscar justicia para con su compañero. El suceso ocupó portadas de la prensa nacional y argelina. Las contradicciones eran continuas. Unos mantenían que era un asesinato. Otros, un accidente.

El caso llegó hasta el Congreso de los Diputados. El Gobierno español pide ayuda al Gobierno francés. Pero las autoridades cierran el caso, aludiendo al documento firmado por Ocerín. A pesar de la la indignación de familiares y compañeros de equipo, el incidente queda silenciado.

Nunca más se supo de aquella muerte. De qué había acontecido exactamente. Si había sido un accidente, o un asesinato. De cómo terminó la vida del futbolista del Atlético de Madrid Fernando Vigueras, cuando apenas tenía 24 años, y una prometedora carrera futbolística por delante.

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