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Raf Vallone, futbolista antes que gran actor

Reconocidísimo actor de mediados del siglo pasado, Raf Vallone fue antes futbolista del Torino, en la Serie A, durante casi una década.

Reconocidísimo actor de mediados del siglo pasado, Raf Vallone fue antes futbolista del Torino, en la Serie A, durante casi una década.
Raf Vallone, durante su actuación en Arroz Amargo | Archivo

Raf Vallone está considerado por muchos como uno de los mejores actores de cine europeos del Siglo XX. Sus papeles en la edad de oro del cine italiano, y algunas participaciones en películas de calado del cine estadounidense, así lo acreditan.

Sin embargo, antes de conquistar las grandes pantallas, el actor italiano fue futbolista. Futbolista de éxito, se podría decir. Varias temporadas en la Serie A así lo acreditan.

Una historia, que podría haber sido bien distinta durante la Segunda Guerra Mundial…

Integrante del Torino

Nacido en Tropea, Calabria, el 17 de febrero de 1916, Raffaelle Vallone se traslada bien pronto a Torino. Será ahí donde comenzará a jugar al fútbol. Con 13 años dirigentes del Torino, por entonces uno de los mejores equipos –si no el mejor- del país, acudieron a su casa para ficharle para las categorías inferiores del club. Debían pedir permiso a su padre, que inicialmente se mostró reticente. Debía continuar con los estudios. Pero finalmente aceptó, bajo la promesa del pequeño Raffaelle de que compaginaría ambas cosas.

Raf Vallone formaría parte de la generación de futbolistas del Torino denominada Balon Boys, que se hizo con varios títulos nacionales de categorías inferiores. Y su debut con el primer equipo, en la Serie A, llegaría en la temporada 1934-1935. Con 19 años. Era Vallone un centrocampista de mucho físico. Como diría él mismo "no tenía grandes pies, pero sí grandes pulmones".

En la temporada 35-36 Vallone forma parte del Torino que se proclama campeón de la Coppa Italia. Aunque la temporada que mejor recuerda es la 38-39. Aquel año el equipo marchaba imparable hacia el título de liga. Pero comenzada la segunda vuelta su entrenador, Egri Erbstein (quien más tarde daría forma al Grande Torino), tuvo que huir del país por las leyes raciales. Erbstein era judío. Y el equipo terminó descendiendo hasta la tercera posición.

Un año más tarde, Raf Vallone viviría una desagradable experiencia en el campeonato mundial de estudiantes disputado en Viena. Ahí, Italia, con Vallone como titular, disputa la final contra Alemania. Una Alemania que acababa de anexionar Austria. El árbitro que dirige la final, según afirma Vallone en una magistral entrevista en la televisión italiana en 1993, intenta favorecer en todo momento a los alemanes, y lo consigue. Todo termina con una fuerte discusión, en la que varios futbolistas italianos, entre ellos Vallone, llegan a escupir al árbitro. Desde aquel partido, dice, tomó la decisión de abandonar el fútbol, "porque habíamos sido objeto de una injusticia enorme".

Aun así, disputaría una temporada más, la 39-40, en las filas del Novara, también en la Serie A, y volvería a jugar un último año con el Torino, antes de colgar las botas en 1941.

En cualquier caso, como afirmaría él mismo, guardaría siempre un gran recuerdo de su etapa como futbolista, de las experiencias vividas, del título de Coppa conseguido, y sobre todo de haberse enfrentado a los mejores jugadores del país. Especialmente uno: Giuseppe Meazza.

Partisano, abogado, periodista…

Su final en el mundo del fútbol coincidió con el recrudecimiento de la Segunda Guerra Mundial. Y Vallone, que tenía amigos dirigentes de Giustizia e Libertà, colaborará con ellos. Tal y como se relata en el libro ‘Un calcio a la Guerra’ , Vallone no es comunista, es accionista. Nunca formará parte del Partido Comunista Italiano, aunque todos le adoraban y le pedían ayuda y consejo.

A los pocos meses sería capturado, tras ser descubierto al hacer llegar un mensaje en código a un soldado antifascista. Sería encarcelado en Como, y estaba prevista para él una deportación a Alemania. Pero consiguió escapar, gracias a que uno de los carcelarios le había reconocido por su pasado como futbolista. Cuando los nazis detectaron su huida, ya era tarde. Le persiguieron e incluso le llegaron a disparar, pero él se lanzó al agua y, como pudo, logró escapar.

Vallone terminaría sus estudios, laureándose tanto en filosofía como en jurisprudencia. Trató, durante un tiempo, de ser abogado. Pero la tentativa le duró poco: en la primera causa terminó por dar la razón a la parte contraria, y entendió que ese no era su camino.

Porque tal vez su camino ya estaba escrito. Dirigido hacia el mundo del cine. De hecho, sus inicios se darían de manera casual. El cineasta italiano Giuseppe De Santis se puso en contacto con él para solicitarle información sobre las arroceras sobre las que Vallone había recogido documentación. Durante el encuentro, Vallone recitó por equivocación el testamento del soldado Woyzeck, célebre obra de teatro escrita por Georg Büchner.

De Santis, que andaba a la búsqueda de nuevas caras para el cine italiano, quedó enormemente sorprendido, y le ofreció un papel. Sería un marinero en la película Noi vivi, de 1942.

Quizá su primera gran película sería Riso amaro, (Arroz amargo), también de Giuseppe de Santis, y en la que actuaría junto a Vittorio Gassman y Silvana Mangano. Una película considerada una de las obras cumbres del neorrealismo, de un gran éxito en Europa y América, y que fue nominada al Oscar.

Raf Vallone se convertiría en uno de los rostros más famosos del cine europeo, dando también el salto a Hollywood. Mundialmente reconocido por cumplir en papeles de toda índole, ya sea como simpático o brusco; en romances o en dramas; y en roles muy exigentes que alcanzaba con sus grandes cualidades físicas.

Destacaron sus actuaciones en films como "El Cristo prohibido", "Anna", "La playa", "Panorama desde el puente", "El cardenal" o "Nevada Smith". Aunque sin duda en nuestro país su película más recordada sería "El Cid", de Samuel Bronston, rodada en España junto a estrellas como Sofía Loren y Charlton Heston.

También tendría papeles importantes en el teatro y en series televisivas, destacando innegablemente su papel en el drama de Arthur Miller "Panorama desde el puente", representado durante años en diferentes países europeos, y por el que Raf Vallone recibiría en 1962 el premio David de Donatello a Mejor actor protagonista.

Su último gran papel sería a las órdenes de Francis Ford Coppola, con quien rodó en 1990 la tercera parte de "El Padrino".

Se retiraría de la escena a los 79 años, en 1994, justo el mismo año en que recibía de manos del Presidente de la República Italiana Oscar Luigi Scalfaro el título de Caballero de Gran Cruz del Orden al Mérito de la República Italiana, la primera y más importante de las órdenes de caballería nacionales italianas.

Raf Vallone fallecía el 31 de octubre de 2002 en Roma, a la edad de 86 años.

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