El Real Madrid pasa del susto a la goleada ante el Celta y ya está en cuartos de la Copa (5-2)

Otro partido de locura en ese manicomio llamado Santiago Bernabéu. Después de la debacle de la Supercopa de España contra el FC Barcelona, el Real Madrid ha cumplido su objetivo de clasificarse para cuartos de final de la Copa del Rey tras golear al Celta de Vigo (5-2). Un resultado engañoso en un partido extraño, pues los blancos llegaron a ir ganando por 2-0, y tuvieron ocasiones para marcar el tercero, pero los vigueses empataron con dos tantos en la recta final para mandar la eliminatoria a la prórroga. Ahí los de Carlo Ancelotti fueron mejores, especialmente en la segunda parte, y acabaron sellando una goleada con las dianas de Endrick (2) y Fede Valverde.

Los goles de Kylian Mbappé, al final de la primera parte y después de una acción en la que el Celta pidió penalti de Lunin sobre Swedberg, y Vinícius Júnior, nada más arrancar la segunda, prometían tranquilidad en un Bernabéu molesto con sus jugadores —y especialmente con Aurélien Tchouméni, que fue pitado— por la debacle en Arabia Saudí. Pero los blancos dilapidaron su renta, primero con un buen gol de Jonathan Bamba, tras un error de Camavinga —el francés venía de cometer un penalti infantil sobre Gavi en la Supercopa—, y un penalti innecesario de Asencio, sobre Bamba, que transformó Marcos Alonso.

A la Copa la recibió un Bernabéu algo desangelado y una noche muy fría por la temperatura y el reciente descalabro en la Supercopa. Y el feudo madridista tenía a sus culpables: Tchouaméni, principalmente, y Lucas Vázquez y Ancelotti, contra los que hubo pitos. Pero el francés levantó los primeros aplausos de la grada blanca con un potente disparo lejano que desvió bien Iván Villar. El fútbol de ambos equipos no ayudaba, con un ritmo muy anodino y sin mordiente. Vinícius se desesperaba en la banda izquierda, invisible para sus compañeros, y Mbappé tampoco aparecía, muy solo de ariete.

Los de Ancelotti dominaban la posesión sin problema, pero sin ideas ofensivas, muy planos en campo contrario. Solo Brahim y Mbappé desperezaron a su equipo probando a Villar en dos mano a mano, algo escorados, sin suerte. Y el Celta no estaba incómodo, muy comprometido y confiando sus opciones a la contra gracias a la profundidad de sus carrileros, Mingueza y Sergio Carreira. El marcador se abrió a favor del Madrid cuando quiso Mbappé, para acabar con el ambiente frío del Bernabéu, inventándose una jugada de crack por la izquierda, entrando en el área con decisión con una bicicleta, para después fusilar a Villar con la izquierda. 1-0 con polémica, porque todo el Celta protestó un penalti previo, en la misma jugada, de Lunin a Swedberg que ni el árbitro ni el VAR consideraron.

La segunda mitad arrancó con el ritmo que le faltaron a los primeros 45 minutos y con el Madrid algo más enchufado. Los locales aprovecharon la menor tensión defensiva de los celestes y allanaron el camino hacia cuartos con el 2-0 de Vinícius al primer toque a pase de Brahim, que recibió antes un envío exquisito de Mbappé. El equipo blanco mostró otra actitud. Mbappé pudo ampliar la renta con un cabezazo a un metro de la línea de gol, pero falló. Y la vaselina de Vini, unos minutos después y solo ante Villar, se encontró con un Starfelt que se dejó la vida para llegar cuando el balón entraba, sacando la pelota casi en la misma raya de gol.

Con el colchón del 2-0 y ante un Celta algo desorganizado, los de Ancelotti disfrutaban de sus mejores minutos y oportunidades. Parecía que el 3-0 estaba al caer, pero el Celta reaccionó y gozó de una gran ocasión con un disparo en la frontal de Sotelo que Lunin mandó a córner. La renta madridista pudo ser superior, pero el VAR anuló el tanto de Arda Güler, que la empujó a placer gracias a la generosidad de Vinícius dentro del área cuando encaraba al portero, aunque la posición del brasileño al recibir el balón era adelantada.

Lo que sí valió fue el tanto de Bamba tras un error grosero de Camavinga en la salida, para meter el miedo en el cuerpo al Bernabéu en la recta final. Y la machada del Celta, al menos para forzar la prórroga, llegó de penalti cometido por Raúl Asencio, sobre Bamba, cuando el partido ya agonizaba. Marcos Alonso no falló desde los 11 metros para hacer soñar a los aficionados celestes.

Ya en los 30 minutos extra, el Real Madrid intentó hacer valer las piernas frescas de Jude Bellingham, Fede Valverde y Endrick, que entraron antes del final de los 90 minutos. Pero con la prórroga llegó el descontrol y ahí el Madrid, en la locura, está cómodo, aunque no terminaba de encontrar el camino hacia el triunfo y sufría mucho atrás con las contras del Celta, que pidió otros dos penaltis por manos que el árbitro no las entendió para señalar pena máxima.

El Real Madrid no quería los penaltis y demostró más pegada que su rival, con los potentes y bellos tantos de Endrick, por partida doble, y Fede Valverde en la segunda parte de la prórroga. Ahí murió la eliminatoria y también el sueño celeste: el conjunto blanco, fiel a su habitual cita con la locura y el éxtasis cuando (casi) nadie lo espera, terminaba sellando el pase a cuartos. Ahora la gran mayoría del madridismo reza por evitar el lunes al Barcelona en el sorteo. Veremos...

Ficha técnica

Real Madrid, 5: Lunin; Lucas Vázquez, Asencio, Rüdiger, Fran García (Bellingham, m.92); Tchouaméni, Ceballos (Camavinga, m.70), Modric (Fede Valverde, m.79); Brahim (Güler, m.70), Vinícius (Rodrygo, m.106) y Mbappé (Endrick, m.79)
Celta de Vigo, 2: Iván Villar; Javi Rodríguez (Manquillo, m.95), Starfelt, Marcos Alonso, Carreira (Cervi, m.76); Mingueza, Ilaix Moriba, Fran Beltrán (Pablo Durán, m.57), Hugo Álvarez (Bamba, m.67); Williot Swedberg (Hugo Sotelo, m.57) y Borja Iglesias (Fer López, m.76)

Goles: 1-0, m.37: Mbappé. 2-0, m.48: Vinícius. 2-1, m.83: Bamba. 2-2, m.91: Marcos Alonso, de penalti. 3-2, m.108: Endrick. 4-2, m.112: Valverde. 5-2, m.119: Endrick
Árbitro: José Luis Munuera Montero (Comité Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Asencio (91) y a Endrick (108) por el Real Madrid; y a Villar (96), Starfelt (101), Marcos Alonso (102) y Borja Iglesias (112) por el Celta
Incidencias: Partido de octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 64.764 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Juan Manuel Villa, exjugador del Real Madrid