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Copa del Rey

El Barcelona gana con lo justo al Atlético para citarse con el Real Madrid en la final de Copa (0-1)

Un solitario gol de Ferran le sirve a los culés para regresar a la final copera cuatro años después en busca de su título número 32.

Un solitario gol de Ferran le sirve a los culés para regresar a la final copera cuatro años después en busca de su título número 32.
Ferran Torres (c) celebra su gol al Atlético de Madrid en el Metropolitano. | EFE

El FC Barcelona regresa a una final de Copa del Rey cuatro años después. Tras el 4-4 de la ida, los azulgranas han ganado con lo justo al Atlético de Madrid en el Metropolitano (0-1) y el próximo sábado 26 de abril lucharán por su trigésimo segundo título copero ante el Real Madrid, verdugo el martes de la Real Sociedad en un partido loco, con prórroga incluida, en el Santiago Bernabéu (4-4).

A los culés les bastó con el solitario gol de Ferran Torres en la primera parte, tras un exquisito pase de Lamine Yamal, para resolver el choque ante un rival que pagó caro sus complejos iniciales y luego tuvo una reacción insuficiente tras el descanso. Más allá del gol anulado a Sorloth, los rojiblancos no tuvieron ni un solo remate entre los tres palos. Solo les queda el Mundial de Clubes.

Ya antes del primer minuto, Giménez se empleó a fondo, lanzado al suelo, para frustrar la primera ocasión del Barcelona, sin un Robert Lewandowski que fue suplente en beneficio de Ferran Torres. Un anuncio de todo lo que se le venía encima al Atlético. El equipo lo padeció, siempre tarde en cada sector, a destiempo y desbordado, durante todo el primer tiempo.

La afición, callada y temerosa, lo sintió consciente de que, bajo esas premisas, era una quimera superar a un equipo como el azulgrana, que surgió en el Metropolitano con una ambición ingobernable, con un talento imparable, con la convicción de un bloque cuya fuerza es desmedida e incontenible.

Cada carrera de Lamine Yamal, cada quiebro en su perfil, cada giro hacia el medio, cada combinación con Ferran Torres, cada aparición de Raphinha (dos entradas sobre él provocaron dos amarillas a Azpilicueta y De Paul en menos de cuarto de hora), cada desmarque, activó el ciclón culé para poner en jaque al Atlético, superviviente un rato, a duras penas, relegado a una defensa casi siempre sobrepasada. Primero fue Giménez, después tres veces Le Normand, más tarde la falta de tino y el nudo en la garganta del aficionado atlético que provocó un zurdazo de Lamine Yamal. La sensación inequívoca del futuro gol del Barcelona.

Una lección que, en cualquier caso, necesitó siempre de la duda del Atlético, personificada en Musso… como en la ida. Cierto que el pase de Lamine Yamal, otra vez, fue maravilloso, como tantos y tantos que ofrece a sus compañeros. También que el desmarque de Ferran Torres, indetectable, fue perfecto, igual que nada habría ido más allá de haber sido más atrevido, menos contemplativo, menos miedoso, más rápido el portero argentino en su salida. Reaccionó tarde y mal a un balón que debió ser suyo. Ferran sólo tuvo que sortearle con facilidad para hacer el 0-1 en el minuto 27.

Mazazo para el Atlético, un equipo preso de un continuo ataque de nervios en cada lance dentro de su área en toda la primera parte, limitada en los remates en el otro área a un cabezazo alto de Reinildo. Eso sí, fuera de los tres palos.

Simeone le dio vueltas a su plan. No le salió el inicial. Tampoco el segundo que propuso (Llorente al medio, Giuliano al carril derecho y De Paul escorado a la izquierda). Ni siquiera el tercero (Llorente en punta, Griezmann a la banda izquierda y De Paul de nuevo al medio), entre la bronca por las tarjetas recibidas del árbitro (cuatro antes del descanso) dentro y fuera del campo, entre el miedo anterior y la rabia posterior del Metropolitano. No supo meterle mano Simeone al partido en el primer tiempo, desbordado completamente en el aspecto táctico por Hansi Flick y sus muchachos, en un nivel absolutamente superior en la primera mitad. Con balón y sin él. En ataque y en defensa. En lo táctico, en lo físico, en la precisión… en todo lo que importa en un partido de fútbol.

De vuelta al vestuario, el técnico del Atlético propuso el enésimo plan. Adentró en el terreno, para rebelarse contra el panorama opresivo del encuentro, a Sorloth, Lenglet y Galán para prescindir de Giuliano, Azpilicueta y Reinildo. El primer efecto fue una ocasión de Griezmann, que remató fatal, al medio, a servicio de Sorloth. Era fuera de juego. Un síntoma de reacción, la primera duda del Barça, la esperanza de la afición del Metropolitano, que se echó las manos a la cabeza cuando Sorloth mandó al lateral de la red una gran ocasión.

Era otro Atlético. Más intenso, mejor posicionado, más seguro, menos acomplejado, más vertical, más ofensivo, más incisivo… Y con Llorente de central. La quinta demarcación en una hora de encuentro para el madrileño. Le miró de igual a igual el Atlético, entonces, al equipo azulgrana, que encaró el segundo tiempo mucho más preocupado que en todo el primer acto. Ya exigido. Hasta el punto de que Flick movió dos fichas. Una declaración de intenciones, sobre todo la primera. Quitó a Fermín para poner a Araujo para competir con Sorloth. También reemplazó a Cubarsí para jugar con Eric García.

El Atlético insistió. Un gol anulado por fuera de juego a Sorloth activó ya definitivamente la alarma del Barcelona. Flick recurrió a Lewandowski. A su mejor goleador. En el minuto 73. Y decayó el equipo rojiblanco, que necesitaba más de Julián Alvarez y mucho más de Griezmann en esa ofensiva desesperada sofocada por los azulgrana, con Araujo providencial en los últimos instantes, rumbo a la final, mientras lidera LaLiga y compite en los cuartos de final de la Champions.


Ficha técnica

Atlético de Madrid, 0: Musso; Azpilicueta (Lenglet, m. 46), Le Normand (Molina, m. 58), Giménez, Reinildo (Galán, m. 46); Llorente, De Paul, Barrios, Giuliano (Sorloth, m. 46); Griezmann (Rodrigo Riquelme, m. 81) y Julián Alvarez
FC Barcelona, 1: Szczesny; Koundé, Cubarsí (Eric García, m. 58), Iñigo Martínez, Balde; De Jong, Pedri; Lamine Yamal (Gerard Martín, m. 86), Fermín (Araujo, m. 58), Raphinha; Ferran Torres (Lewandowski, m. 73)

Gol: 0-1, m. 27: Ferran Torres
Árbitro: Munuera Montero (Comité andaluz). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Azpilicueta (m. 6), De Paul (m. 13), Reinildo (m. 31), Julián Alvarez (m. 45) y Molina (n. 59) y a los visitantes De Jong (m. 36) y Balde (m. 71). Enseñó tarjeta amarilla a Diego Simeone, entrenador del Atlético, en el minuto 6
Incidencias: Partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, disputado en el estadio Metropolitano ante 69.014 espectadores

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