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Copa del Rey

El Real Madrid sobrevive a la Real Sociedad en una noche de infarto y se mete en la final de Copa (4-4)

La Real rozó la machada en el Bernabéu y llevó el partido a la prórroga. Allí le salvó, una vez más, Rüdiger. Horrible partido de Alaba y Camavinga.

La Real rozó la machada en el Bernabéu y llevó el partido a la prórroga. Allí le salvó, una vez más, Rüdiger. Horrible partido de Alaba y Camavinga.
Rüdiger celebra junto a Arda Güler su gol a la Real Sociedad en el Bernabéu. | EFE

Locura absoluta en el Santiago Bernabéu, donde el Real Madrid y la Real Sociedad han empatado (4-4) en un duelo vibrante de vuelta de semifinales de la Copa del Rey. El equipo vasco rozó la gesta: al término de los 90 minutos se imponía por 3-4 (tras el 0-1 de la ida en San Sebastián) para llevar el partido a la prórroga, aunque ahí fue Antonio Rüdiger quien apareció para desequilibrar la eliminatoria y llevar a su equipo a la final del próximo 26 de abril en La Cartuja de Sevilla, ante el ganador de la otra eliminatoria que Atlético de Madrid y FC Barcelona terminarán de resolver este miércoles en el Metropolitano (4-4 en la ida en Montjuic).

La Real viajó a Madrid con la convicción de repetir la hazaña de hace cinco años, cuando eliminaron en el Bernabéu al Madrid. Y de nuevo estuvo cerca, pero en los minutos finales y en la prórroga volvió a emerger el ADN blanco, incluso después de un duelo en el que propusieron muy poco fútbol. Barrenetxea inauguró el marcador y Endrick empató antes del descanso, pero en la segunda mitad llegó el descalabro de los de Carlo Ancelotti, que coquetearon con el abismo durante muchos minutos. Mikel Oyarzabal con un doblete, después del tanto en propia puerta de David Alaba, dejaba momentáneamente eliminado a los blancos, pero Bellingham y Tchouaméni mandaron la eliminatoria a la prórroga, donde decidió Rüdiger con un cabezazo. El primer huésped de La Cartuja será el Real Madrid.

La falta de tensión y las imprecisiones se hicieron con los minutos iniciales en el Bernabéu, con un ambiente algo apagado que tampoco ayudaba. Sin demasiado movimiento, fue Endrick el que levantó al público del asiento con una chilena dentro del área que se cocinó solo y se marchó desviada. Esa frivolité animó a los blancos y Vinícius fue el primero en probar a Alex Remiro, sin suerte. Pero esa calma en el Madrid se rompió rápido, con el 0-1 de los vascos en un buen contragolpe que culminó Barrenetxea en un mano a mano con Lunin, que vio cómo el disparo se colaba entre sus piernas. Alegría y confianza en la Real, mientras el conjunto madridista temía entrar en estado de ansiedad.

Bellingham intentó acabar con esa calma tensa adentrándose con poderío en el área, pero le pegó mordida a la pelota, aunque abrió un pequeño carrusel de oportunidades blancas que no acabaron en nada. La Real sufrió la lesión de Nayef Aguerd y vio cómo el Madrid empataba el encuentro y volvía a ponerse por delante en la eliminatoria. Y tuvo que ser el pichichi de la Copa, Endrick, el que aprovechó un pase medido de Vini con el exterior para definir con una deliciosa vaselina.

Con el 1-1, el equipo de Carlo Ancelotti pareció despertar de la caraja inicial y tuvo alguna para adelantarse, pero la Real estaba bien plantada y también lograba despeinarse, aunque sin probar a Lunin. Mucho fútbol tosco al final de la primera parte y pitada del Bernabéu a Alberola Rojas por cortar una contra madridista para mandar a vestuarios a los equipos.

La segunda mitad arrancó algo más eléctrica, pero con muchas interrupciones. El Real Madrid pidió un penalti por un manotazo de Remiro a Bellingham en una salida, pero el centrocampista inglés partía de fuera de juego. Mientras, la Real era consciente de que seguía con vida y lo comprobó en un par de errores defensivos de la zaga blanca, pero Lunin seguía sin trabajo.

Aunque seguía con ventaja, el equipo madridista tuvo que afrontar lo que parecía lesión de Fede Valverde, jugador capital para Ancelotti que hizo saltar las alarmas con lo que parecía un problema en la rodilla, aunque el uruguayo se probó y aguantó. Pasaban los minutos y parecía que el Real Madrid se sentía más cómodo. Además, Ancelotti daba entrada a Mbappé.

En esa comodidad, apareció la habitual parada salvadora del portero del real Madrid para sostener a su equipo. Lunin se estiró al máximo para sacar un remate en el segundo palo y mantener el 1-1 cuando se rozaba el 70'. Esa jugada, por la que Imanol Alguacil se llevó las manos a la cabeza, dio algo de aire a una Real que apenas unos minutos después encontró el tesoro con el 1-2 obra de Alaba en propia puerta, cuando Pablo Marín recogió un rechace e hizo malabarismos en la línea de fondo. Los de Imanol creían en la machada, mientras reinó el silencio en el Bernabéu en los peores minutos de su equipo.

El conjunto madridista estaba contra las cuerdas y la Real bombardeaba el área blanca a balón parado. Ancelotti movió ficha y dio entrada a Luka Modric para dotar de control a su equipo, pero no dio ni tiempo. El Madrid estaba grogui y los vascos lo aprovecharon, y en otro error y despiste defensivo cayó el 1-3, esta vez de Mikel Oyarzabal, como un jarro de agua fría.

Sin embargo, los blancos siguieron empujando y se encontraron rápido con el 2-3, en un final loco en el Bernabéu. Un Vinícius hasta ese momento inoperante, sirvió un preciso balón a Bellingham, que remató de volea a la red. Éxtasis en el Bernabéu, que empujó hasta el empate a tres tantos, en el 85', con un cabezazo de Aurélien Tchouaméni, ante un poco acertado Remiro, a la salida de un córner. La Real se comió al árbitro, porque entendían que el córner venía de un fuera de juego de Mbappé.

Pero todavía quedaba un capítulo más en el partido, reservado para el capitán 'txuri urdin', Oyarzabal, que mandó a la red un remate a centro de Sergio Gómez para silenciar de nuevo al Bernabéu. El partido estaba destinado a la prórroga, con un Remiro evitando la última ocasión clara del Real Madrid.

El duelo se relajó en el tiempo extra, también por el cansancio de ambos equipos, que sabían que el mínimo error les alejaba de La Cartuja. Vini, el más activo de los locales, y después Mbappé pudieron desnivelar la eliminatoria, pero el 3-4 siguió hasta la segunda parte de la prórroga. Esta precisamente comenzó caliente por una entrada escandalosa de Olasagasti sobre Vinícius que encendió al público: el jugador de la Real mereció ser expulsado pero sólo vio la amarilla.

La Real ya saboreaba los penaltis, cuando los blancos, que parecían más frescos, encontraron el empate en un córner con un remate de cabeza de Antonio Rüdiger a la salida de un córner botado por Arda Güler. Con sufrimiento y más tozudez que fútbol, los blancos salvaban la papeleta para ir a Sevilla el próximo 26 de abril.


Ficha técnica

Real Madrid, 4: Lunin; Lucas Vázquez (Modric, m.79), Asencio (Güler, m.106), Alaba (Rüdiger, m.91), Camavinga (Fran García, m.91); Tchouaméni, Fede Valverde, Bellingham; Rodrygo (Brahim, m.106), Vinícius y Endrick (Mbappé, m.66)
Real Sociedad, 4: Remiro; Aramburu (Traoré, m.80), Zubeldia, Aguerd (Elustondo, m.27), Aihen Muñoz; Zubimendi, Pablo Marín (Olasagasti, m.91), Sucic; Kubo (Mariezkurrena, m.106), Barrenetxea (Sergio Gómez, m.68) y Oyarzabal (Óskarsson, m.106)

Goles: 0-1, m.16: Barrenetxea. 1-1, m.30: Endrick. 1-2, m.72: Alaba en propia puerta. 1-3, m.80: Oyarzabal. 2-3, m.82: Bellingham. 3-3, m.86: Tchouaméni. 3-4, m.93: Oyarzabal. 4-4, m.115: Rüdiger
Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castilla-La Mancha). Mostró tarjeta amarilla a Camavinga (92) por el Real Madrid; y a Aramburu (74), Javi López (87), Oyarzabal (87) y Olasagasti (107) por la Real Sociedad
Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 77.450 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de cinco mineros fallecidos en Mina Cerredo (Asturias)

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