
Se acabó. El culebrón Ousmane Dembélé ha llegado este jueves a su fin. El extremo francés, que estuvo más fuera que dentro del FC Barcelona, ha firmado su renovación con el conjunto azulgrana. Dos temporadas más estará Dembélé en la Ciudad Condal.
Un acuerdo sorprendente por muchos motivos: la resolución —nadie esperaba que el ‘Mosquito’ renovara—, la duración del contrato —sólo dos temporadas— y la ficha del jugador —una rebaja muy importante en sus emolumentos—.
El papel de Xavi Hernández ha sido clave en una renovación que se ha hecho eterna pero que ha tenido final feliz gracias a que las dos partes han cedido para hacerlo posible. Dembélé ha cambiado desde que el técnico de Terrassa llegó al banquillo. Sin rastro de sus interminables lesiones musculares, ha dado un paso adelante en cuanto a compromiso y en el campo no elude responsabilidades. Xavi le consideraba clave en su nuevo proyecto y su insistencia ha tenido premio.
Con el fichaje de Raphinha y la renovación de Dembélé, el Barça se asegura dos de los mejores abrelatas de la Liga. Dos extremos puros, desequilibrantes, importantísimos para abrir defensas cerradas.
Tras cerrar el fichaje de Raphinha y la renovación de Dembélé, el Barça se centrará en intentar hacer caja con Memphis Depay, Frenkie De Jong e incluso Ferran Torres —no termina de convencer a Xavi— para acometer el resto de operaciones pendientes: Lewandowski, Koundé, Marcos Alonso y Azpilicueta.
