
Es una leyenda viva de la Unión Deportiva Las Palmas, un jugón de los que están en peligro de extinción. Hablamos de un Jonathan Viera que este martes se ha despedido, parece que está vez sí, para siempre del equipo de sus amores.
Es triste ver como un jugador con tanta clase y tan importante para Las Palmas se tenga que ir por la puerta de atrás por un encontronazo con su jefe, en este caso su entrenador, García Pimienta:
Si me coge la rueda de prensa hace un mes y medio hubiera sido más jodida pero me coge ahora con la cosa más fría. No hay que tener una bola de cristal para saber que hay un problema con el entrenador. Su problema no sé cuál es porque no me lo ha explicado, el mío con él sí sé cuál es y fin. No hay más. A partir de ahí todo se empezó a complicar y yo, para no crear un problema cada vez más grande hablé con el presidente y le dije que lo mejor era hacerme a un lado, el equipo está bien y está ganando... la bola cada vez se ha hecho más grande, no la pararon a tiempo y el único perjudicado fui yo
Viera se moja sobre el problema personal que le ha hecho mucho daño y sigue a día de hoy sin saber cuál es el motivo por el que su entrenador le dejó completamente de lado. El hecho de que García Pimienta le diera la espalda cuando más lo necesitaba es lo que más le ha dolido. Mucho más que el dejar de contar para el entrenador, situación que Pimienta tampoco le ha explicado.
"No sé el problema que ha tenido el entrenador conmigo, pero yo he tenido un problema personal muy grave con mi mujer... Gracias a Dios está todo bien, todo perfecto así que nos podemos centrar en otras cosas. Creo que si hay alguien que ha sido justo, valiente en los peores momentos del entrenador he sido yo, he dado siempre la cara, en todos los momentos que ha tenido bajón. Pues en este momento que yo tuve un bajón, lo único que deseaba era que se acercara a mí y me dijera: ‘oye espero que tu mujer esté bien, estamos contigo’. Si después juego más o menos… Esto es fútbol, ¿qué vamos a hacer? Me joderá, está claro, me gusta jugar siempre.... Pero si yo en un momento de bajón tuyo estuve ahí, qué más que acercarte a mí y decirme cómo está tu mujer, espero que esté todo bien. Fin. No hay más. El problema que tiene el entrenador pues pregúntaselo tú a él porque yo no lo sé".
¿Por qué se marcha Viera? Jonathan sabe que, con el buen momento que atraviesa su equipo, él era el eslabón más débil: "Esta vez era la rama más floja y entiendo el momento de las cosas, no hace falta que nadie me lo diga. Incluso el presidente me insistió: ‘vamos a intentar arreglarlo’ pero ya no se podía arreglar nada así que lo mejor era llegar a un acuerdo. Todos pensábamos que íbamos a acabar de otra manera. Era lo que nos merecíamos todos creo. Tanto el club como la afición como yo".
Viera se marcha con 34 años, después de perdonar la ficha de una temporada más dos opcionales y destacando que el presidente también ha hecho un esfuerzo, pagándole dos años de contrato.
