
El colectivo arbitral español acumula error tras error en una temporada nefasta. Por mucho que se empeñe su presidente, el ínclito Medina Cantalejo, la campaña firmada por los trencillas no es para sacar pecho como hizo el sevillano en la única rueda de prensa concedida en este curso.
Es tal el malestar entre numerosos equipos y sus aficionados por la nefasta temporada de los colegiados, que la RFEF y La Liga hicieron pública su decisión de compartir con los espectadores la conversación entre el árbitro de VAR y el árbitro principal en aquellas acciones subjetivas en las que el trencilla tenga que ir al monitor al revisar para intentar mostrar una mayor transparencia. El problema es que solo se podrán escuchar las conversaciones que el CTA seleccione cada jornada y no será en directo, por lo que las suspicacias siguen vigentes -elegirán las conversaciones que más les convenga y encima tendrán tiempo de sobra para editarlas a su antojo-.
El funcionamiento será sencillo, la RFEF enviará a La Liga los audios junto a las imágenes y será la competición dirigida por Tebas quién les haga llegar el material a las teleoperadoras, para su emisión, una vez finalice el encuentro.
El método elegido genera muchas dudas en varios aficionados e incluso un excolegiado como Mateu Lahoz ha levantado la voz.
"No estamos preparados para esta decisión como sociedad futbolística. Se debería de haber dado pasos de otra forma, pero esta parte de la gestora, donde se están firmando cosas raras y precipitadas, esta es una más y se deja a los pies de los caballos a los propios árbitros", expuso el colegiado en 'Tiempo de Juego' de la Cadena COPE, mientras se disputaba el Atlético de Madrid -Sevilla.
"Es una noticia que tendría que haber llegado ya, pero no de esta forma. Los árbitros no están preparados, no se les ha dado una formación. Vais a descubrir cómo se ve el fútbol desde dentro, yo he tenido el placer de hacerlo durante estos últimos años, pero creo que la forma no es adecuada", sentenció sobre la nueva decisión que se va a implantar a partir del próximo 10 de enero en la Supercopa de España.
El CTA seguirá bajo sospecha. No se dan cuenta que la herencia recibida por el ‘Caso Negreira’ pone en constante entredicho a un colectivo que necesita renovarse en su totalidad, comenzando desde la base, acabando con los amiguismos existentes en las territoriales -¿Cómo es posible que árbitros con el escaso nivel mostrado, como por ejemplo Pablo González Fuertes, lleguen a primera?-. Es la única forma de recuperar la credibilidad de un colectivo al que la infame utilización del VAR deja su credibilidad aún más por los suelos.
