El FC Barcelona destrozó al Real Valladolid en Montjuic este fin de semana. 7-0 se impusieron los de Hansi Flick a un equipo que no mostró ninguna oposición. Sorprendió ver a un Pucela tan blando cuando en el Santiago Bernabéu dio la cara durante casi todo el partido (el Madrid se impuso 3-0 pero los dos últimos goles llegaron en la recta final del encuentro).
Es cierto que el equipo albivioleta perdió en el camino a Boyomo, su mejor central que se fue en el cierre de mercado a Osasuna, y que la planificación deportiva firmada por el equipo de Ronaldo ha sido negligente -no tiene un lateral zurdo específico y solo cuenta con dos laterales derechos- siendo la escuadra que tiene menos valor de mercado de toda la Primera División. Pero un cambio tan brutal en la imagen de un equipo que había cometido con dignidad en los tres primeros encuentros -Espanyol, Real Madrid y Leganés- es raro.
Este lunes saltaban a la palestra, gracias a las cámaras de Movistar, unas imágenes que han indignado tanto a la afición del Pucela como a la del Real Madrid.
Tras el descanso con el marcador de 3-0, el colegiado del partido Díaz de Mera se acerca al entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano, para pedirle, en una imagen insólita, que sus jugadores no entraran fuerte: "Solo os pido eso, os pido una cosa. Sé que ellos tienen muchas protestas, ¿no? Quiero que no peguéis, ¿vale?". Todo ello para, a continuación, pedirle que tan solo hicieran faltas tácticas que no pudieran hacer daño a sus rivales: "Que sean faltitas solo".
"No peguéis... ¿Vale?".
Díaz de Mera, a Pezzolano.#ElDíaDespués pic.twitter.com/HYuc16bWly
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) September 2, 2024
Aunque hay gente que quiere justificar estas palabras, la mayoría de aficionados al fútbol no las entienden. Que un equipo que pierde 3-0 tenga que recibir órdenes del árbitro como si de un mero comparsa se tratara es lamentable. ¿Debía salir el Pucela al campo a aplaudir al F.C. Barcelona en vez de intentar ser intenso y competitivo para buscar la remontada?
Los árbitros vuelven a caer en el mismo error que les hace ser constantemente mirados con lupa. Dedícate a arbitrar, deja ese afán de protagonismo y deja de aconsejar a un equipo como tiene que desempeñarse en el campo. Las vergonzosas imágenes retratan, una vez más, a un colectivo que parece empeñado en echarse tierra encima.